Buenos resultados para la semana
El selectivo S&P 500 ascendió 0.48% y el índice compuesto del mercado Nasdaq, que aglutina a las tecnológicas más importantes, subió 1.29%. Pese a la sesión volátil, los tres indicadores del parqué neoyorquino cerraron una buena semana y se anotaron unas ganancias notables para el conjunto de mayo: de casi 7% en el Dow; de 7.5% en el S&P 500 y del 10.2% en el Nasdaq. de internet tratan de vigilar el discurso político.
Después del papel de su red social en la primera victoria de Trump, el jefe de Facebook es profundamente sensible a cualquier cosa que pueda tener un tufo de interferencia electoral en esta ocasión.
Y son las próximas elecciones las que explican porqué Trump está tan ansioso por tomar represalias contra cualquier intento de restringir su uso desenfrenado de las redes sociales.
La pelea de esta semana con Twitter trajo una vez más al frente una vieja propuesta de la Casa Blanca, que se redactó el año pasado pero que nunca se adoptó. Su objetivocentraleralimitarlalibertad de las compañías de internet para bloquear o restringir el contenido, algo que pueden hacer en virtud del artículo 230 de la Ley de Decencia de las Comunicaciones.
Pero también va mucho más allá, incluyendo pedir a los fiscales generales a nivel estatal que impugnen a las compañías de redes sociales bajo sus leyes de comercio justo y reducir la publicidad federal.Unacosaqueesunagarantía que no va a suceder es la reducción del fuerte gasto de la campaña de Trump en las redes sociales.
Apesar de los persistentes ataques de la derecha, no existe una investigación independiente que respalde las afirmaciones de sesgo anticonservador.
Tomando la postura pragmática que caracteriza sus tratos con la administración actual, Facebook hizo los comentarios apropiados sobre tomarse todo muy en serio y endurecer sus políticas.
No menos importante es tratar de convertir a la Comisión Federal de Comunicaciones en el martillo de una nueva forma de regulación de contenido en línea: la acción definitoria de la agencia con respecto a internet durante los años de Trump ha sido renunciar a un fuerte papel regulador al poner fin a la neutralidad de la red.
Para restringir seriamente la libertad de Twitter de alterar sus tuits, Trump tendrá que demostrar que la compañía no ha estado actuando de “buena fe”, como lo exige el artículo 230. Pero siempre y cuando limite su intervención a ese tipo de falsedades tan descaradas.
Sin duda existen riesgos para las compañías de redes sociales. Una parte de la publicidad del gobierno se puede ir a otra parte. Es probable que haya más demandas e investigaciones regulatorias sobre cómo interpretan sus propias reglas de usuario. Los gobiernos represivos en otros lugares se sentirán más libres para bloquear o limitar los medios en línea con los que no están de acuerdo. Pero una cosa está garantizada: el propio Trump no pasará menos tiempo en Twitter.