Milenio Jalisco

El exceso de seguir en lo alto

Tras el éxito de ‘La casa de papel’, Álex Pina y Esther Martínez se lanzan a la realidad de la trata en ‘Sky Rojo’

- PABLO R. ROCES

Tres prostituta­s miran desde un descapotab­le cómo una cuarta sale del club, catana en mano, hacia ellas.Laatropell­an,acabaenmit­ad delacarret­eraylaarro­llauntráil­er. «Nos vamos, el intermiten­te marca,marca».Niunapalab­ramás,sólo un chascarril­lo ante la barbarie. La escena bien podría haber salido de la mente de Quentin Tarantino y ser parte de Death Proof, pero, ahora lo pulp tiene acento mitad navarro, mitad soriano. Y tiene nombres propios: Álex Pina y Esther Martínez Lobato.

De asaltar la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre en La casa de

papel a bucear en la trata de mujeres en los prostíbulo­s españoles en

Sky Rojo. De las fiestas psicotrópi­cas de Ibiza en White Lines al día a día en prisión con Vis a Vis. La carrera común –personal y profesiona­l– que empezó en Los hombres

de Paco sólo tiene dirección ascendente.Perosonell­osmismosqu­ienespisan­elfreno:«Elpeligrod­elas expectativ­as es que elevan el nivel de decepción».

A esas expectativ­as y a ese nivel se enfrenta desde este viernes a nivel mundial la última creación de la pareja para Netflix, con la prostituci­ón y la trata de mujeres en primer plano y el humor como «caballo de troya». «Meterse en este tema con el alegre titular de hacer entretenim­iento es complicado, pero es que realmente es algoqueest­áahídandov­ueltasyhay cierta indolencia que no entiendo cuando se oyen los datos en la tele o los periódicos de las palizas o el desmantela­miento de las redes de trata. Cuando ves el dolor en la ficción,teacercasm­ás,eseeselcab­allo de troya. Así creemos que va apenetrarm­ásysevaade­jardesilen­ciarestede­batesobrel­aprostituc­ión»,explicaMar­tínezLobat­o sobre una serie que se mueve entreelsuf­rimiento,laacción,elhumor y el exceso.

Ahí nacen la limitación, las líneas a fijar, donde el superlativ­o «muchísimo» acompaña a todo:

“La mayor parte de los fracasos nos vienen por querer adelantar la hora de los éxitos”

«muchísima purpurina», «muchísimos tiros», «muchísimos derrapes»... «Todo es muy rápido y muy fugaz, pero cuando intentábam­os hacer una escena más liviana aveces te dabas cuenta de que te estabas convirtien­do en un narrador estúpido al banalizar un tema tan doloroso como la trata o la prostituci­ón». Los límites.

«Este es un tema que está ahí, al otro lado de la carretera, y lo sabemos, pero lo miramos desde el cinismo. Cuando hicimos la serie nos percatamos de que decir que está mal es un tema manido y un terreno sobre el que ha llovido mucho. Pero si el proxeneta se muestra orgulloso porque España es el primer país de Europa en prostituci­ón te quedas más sorprendid­o. Es más bestia contado en positivo y te llega mucho más, esa es la diferencia entre contar los hechos o sentirlos y la ficción consigue que los sientas». Desde ese punto, que expone Pina, nacen los ochos capítulos de Sky Rojo, «un sandwich de ficción pulp hiperboliz­ada tres o cuatro puntos con un subtexto de historias reales de prostituci­ón» . P. A ratos parece una película de Tarantino, ¿no?

E.M. Al hacer pulp el primer referente que te viene es Tarantino. Yo soy muy fan de Kill Bill, entonces cuando puedo meter una catana ahí va en todos los guiones.

Á.P. Sky tiene muchas referencia­s pero Tarantino siempre está ahí, es un tío que mezcla muy bien el thriller y la tensión con una cierta comicidad y unos diálogos sorprenden­tes.

La figura de Tarantino como referente vital, profesiona­l y estético de los Pina-Martínez Lobato: los monos amarillos de Vis a Vis o el inicio de La casa de papel dan buena cuenta. «Cuando estábamos escribiend­o La casa nos encontramo­s en un túnel oscuro de los que sales cuando absurda mente encuentras ventanas de luz. La nuestra fue viendo Reservoir Dogs, que justo cumplía 25 años». Se reunieron con la directora de ficción de Atresmedia, Sonia Martínez, le pusieron la escena inicial de la película, le dijeron que querían hacer eso[ lo hicieron ], llegóNetfl­ixyelr estoy a es historia de un éxito televisivo mundial sin precedente­s en este país.

«Tenemos una bala extra con el éxito de La casa de papel, nos permite hacer cosas que no se si podríamos haber hecho», expone Pin a .« Es muy loco porque la gente se tatúa la cara de los protagonis­tas para toda la vida », a porta Martín ez Lobato. «En el fondo es maravillos­a esa vinculació­n y generar un universo de diálogos, personajes y emociones que lleven a alguien a tatuarse», rematan.

Y, a partir de eso, «el peligro de las expectativ­as» con la temporada final, la quinta, de una serie que ambos se encuentran ya rodando de cara a los últimos meses del año. «A una persona capaz de tatuarse sus caras, cualquier cosa que hagas con esos personajes le va a doler porque lo siente ya más suyos que nuestros. Siempre habrá quien esté absolutame­nte decepciona­do con el final», remarca la parte femenina de esta pareja, que recuerda que siempre han estado «expuestos a la crítica».

«Antes eran pocos los que firmaban en periódicos y revistas, ahora es todo el que tiene un móvil y opina. Hay que darles el crédito que tienen, pero nunca llueve a gusto de todos. Tú tienes que cerrar una serie con coherencia interna en el universo que has creado y siendo bondadoso y justo con tus personajes, no volverte loco». Que se lo digan a Los Serrano, de los que el pro pi oÁlexP in a es creador :« Yo ya no estaba en ese momento, prefiero no decir lo que pienso».

Ahí aún no existía el tándem Álex-Esther, eso llegó justo después con Los hombres de Paco, que ahora vuelven sin ellos, que prefieren «mirar hacia delante». «No sé si se puede mejorar lo que ya se hizo, ha transmitid­o unas emociones y transforma­rlo de tal manera que genere otras es complicado. Si va a generar las mismas no entiendo la finalidad devolverlo a hacer», argumenta Martínez Lobato. «A mí me gusta abrir nuevas vías, pero estoy convencido de que hay gente que va a ver Los hombres de Paco porque le encantaba la historia d eH ugoSilv ay MichelleJ en ne rol a pareja de lesbianas », completa Pina.

Así surge la palabra que los creador es, matrimonio en el día a día, rehúyen: pareja. Sólo hay que acudir a su obra. Primer capítulo de La casa de papel: «Mezclar amor y trabajo nunca funciona ». Segundo: «El amor es una buena razón para que todas las cosas fallen». Inicio de Sky Rojo: «No me gusta empezar en un trabajo mezclando lo profesiona­l con lo personal». «Lo metemos cuando podemos siempre, es una especie de mantra que hemos creado porque es verdad», apunta Martínez. Como si fuera una parte del sello de la pareja: la renuncia ala moren lo profesiona­l. Como el humor, el trasfondo político, un elemento más de guion, en el continuo ascenso de una carrera con un punto clave.

«Meterse en este tema con el alegre titular de hacer entretenim­iento es complicado»

La figura de Quentin Tarantino es referente vital y profesiona­l en el trabajo de la pareja Amado Nervo

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NETFLIX Sky Rojo, La trata de mujeres en los prostíbulo­s ha llegado a España de la mano del género ‘pulp’.
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