Las no tan benditas redes sociales
El Consejo Nacional de Inteligencia, órgano de planeaciónde largo plazo del director de Inteligencia Nacional de Estados Unidos, hizo público hace unos días una evaluación de las “amenazas extranjeras en la elección federal de 2020”.
La evaluación se hizo con la CIA, el FBI, el Departamento del Tesoro, el Departamento de Seguridad Interior y otras agencias estadunidenses. Sus conclusiones han puesto en crisis la relación entre EU y Rusia.
“Nuestra evaluación es que el presidente ruso Putin autorizó y una serie de organizaciones gubernamentales rusas llevaron a cabo operaciones de influencia destinadas a denigrar la candidatura del presidente Biden y el Partido Demócrata, apoyar al ex presidente Trump, socavar la confianza pública en el proceso electoral y exacerbar las divisiones sociopolíticas en EU. A diferencia de 2016, no vimos esfuerzos cibernéticos rusos persistentes para obtener acceso a la infraestructura electoral (es decir, las máquinas de votación). Tenemos una alta confianza en nuestra evaluación; los actores estatales y agentes rusos que sirven a los intereses del Kremlin trabajaron para afectar las percepciones públicas estadunidenses en una manera consistente”.
¿Cómo lo hicieron? Por medio de las redes sociales y sitios de internet, con todas las herramientas que las mismas redes facilitan para llegar a objetivos precisos que se quieren influenciar mediante la amplificación de mensajes falsos.
“Los medios estatales rusos, trolls y sus agentes en el ciberespacio, incluidos los dirigidos por la inteligencia rusa, publicaron contenido despectivo sobre el presidente Biden, su familia y el Partido Demócrata, y amplificaron fuertemente el contenido relacionado que circulaba en los medios estadunidenses, incluyendo historias centradas en su hijo. Estos actores de influencia frecuentemente buscaban contrapartes estadunidenses para aumentar su alcance en el público del país”.
No es la primera vez que un gobierno quiere influir en las decisiones de otro mediante las redes y el internet. Pero el tamaño de ésta, y el hecho de que ahora, pues su candidato perdió, podría comenzar el proceso de cambios enlaman era en que las grandes empresas son reguladas en el mundo, como de hecho ya han comenzado a hacerlo en Europa.
No es la primera vez que un país quiere influir en otro mediante las redes