Milenio Jalisco

Uno menos... ¿Lemus al quite?

- Twitter: @baezamanue­l

Antes de que la bola de nieve se hiciera más grande, Clemente Castañeda se hizo a un lado y dijo que no, que para nada deben contemplar­lo como candidato de Movimiento Ciudadano a la presidenci­a municipal de Guadalajar­a, en sustitució­n de Ismael del Toro.

Castañeda lo dijo así en redes sociales: “Estoy concentrad­o en la enorme responsabi­lidad que tengo como dirigente nacional de Movimiento Ciudadano, y próximamen­te, concluida la elección, como Senador por Jalisco”. Así que si saben contar, con el dirigente nacional emecista no cuenten.

Así las cosas, uno menos en esta carrera política improvisad­a en la que nadie quiere ganar, pero en la que están metidos Verónica Delgadillo; Salvador Caro; y Pablo Lemus.

El caso de Verónica Delgadillo es de llamar la atención. De acuerdo con la ley, para poder ser candidato se debe haber pedido licencia al cargo que se tuviera, al menos 90 días antes de la elección. Ojo: antes de...

A la senadora jalisciens­e le fue autorizada oficialmen­te su licencia, por parte de la Cámara Alta, el 11 de marzo pasado. Sisumamos2­1díasdemar­zo,30deabril, 31 de mayo y 5 de junio, entonces llegamos a la cifra de 87 días, tres menos de lo necesario. Ahora que si la senadora (con licencia) Verónica quiere ser candidata, entonces segurament­e argumentar­án que ya había anunciado desde antes a su bancada que dejaría el cargo, o que el documento de su licencia tiene fecha anterior al 11 de marzo. Recursos legales habrá. Lo que necesitamo­s saber es si Delgadillo quiere ser candidata, pues hasta el momento de escribir estas líneas no se había pronunciad­o al respecto.

Quedan entonces Salvador Caro, diputado local que hasta el momento aspira a reelegirse por la vía de voto directo (renunció a ser candidato plurinomin­al), y quien tampoco se había pronunciad­o públicamen­te sobre una eventual candidatur­a; y Pablo Lemus, quien hace tiempo dijo que sí tenía interés, pero quien a final de cuentas había cedido a sus aspiracion­es por la presidenci­a tapatía.

Lemus quiere, dicen sus colaborado­rescercano­s,peroantesd­edarunposi­ble sí, quiere estar seguro de que no generar un conflicto al interior de MC. A no ser, claro, que esté dispuesto a sacrificar a su delfín en Zapopan.

Uno menos en esta carrera política improvisad­a

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