Transparencia y confianza
La transparencia es el resultado de una apertura y disposición libre de información, y a mayor transparencia, confianza. Sin embargo, la apertura y puesta a disposición de información no da en automático transparencia y confianza, pues en principio la información es un conjunto de datos ordenados con una finalidad; es decir, no hay información sin intención.
Con ocasión de las elecciones federales de 1988 surgió un reclamo de “transparentar”
los procesos electorales, en particular la jornada electoral. Era un asunto de desconfianza por las prácticas engañosas, fraudulentas: “urnas embarazadas”, “tacos”, “carrusel”, “ratón loco”, y así otras prácticas del folklor mexicano del engaño.
Paracombatirlasospechayengañoen las elecciones, la observación de los procesos electorales fue clave acompañándolo de procesos y prácticas claras: urnas transparentes que se arman el mismo díadelajornadaantela vistadetodos,contabilización y firma previa de boletas electorales, listadosnominalescon fotografía, y la reina de la desconfianza: una credencial para votar con candados de seguridad siempre en aumento que ni un papel bancario tiene.
Lo anterior fue acompañado de actores institucionales que tenían claro lo que estaba en juego: la confianza. Sin embargo, las trampas y el engaño se focalizaron en otros recursos perdiendo los actores institucionales la atención que en todo lo que se haga la confianza está enriesgo.Losactoressepervirtieron,mimetizándose en lo que combatían.
Algo similar ha sucedido a partir del año2000conlasllamadasleyesdetransparencia, que en sentido estricto deberían ser leyes para garantizar el acceso y disposición de información pública. Estas normas surgieron luego de una tradición de engaños con mentiras oficiales y un entorno de corrupción creciente de puestos y presupuestos públicos.
En este tiempo el centro de atención son las formas de publicar “información”, mucha, y asociarla con indicadores y evaluaciones para que se diga que se es transparente. Pero si observamos los “indicadores” de corrupción y confianza en las instituciones, tenemos que a mejores “calificaciones” de transparencia la percepción de corrupción aumenta y la confianza institucionaldisminuye.¿Entonces?Algoestá mal en la idea y ruta seguida en 20 años con la llamada “transparencia”, pues ni menos corrupción y ni más confianza se ha generado. ¿O si?
La observación de los procesos electorales fue clave contra sospechas