Los bots telúricos
No sé si las redes sociales nos quitaron el uso de la razón, pero al menos desde que tenemos Twitter este ha sido uno de los espacios a los que todos corremos después de un evento sísmico, ya sea, en lo mejor de nuestra humanidad, para organizarnos y ayudarnos o, cuando afortunadamente no pasa a mayores, reírnos un poco del susto colectivo.
Aunque muchas veces hasta nos reímos con o de las autoridades locales por todo lo que ocurre alrededor de este movimiento de la Tierra (el #TenemosSismo de Marcelo Ebrard sigue y seguirá siendo una referencia bonachona de este caso) hay otras ocasiones en que sí se hacen preguntas auténticas y quejas necesarias. Como cuando la bocina de la alerta sísmica
Twitter: @susana.moscatel no sonó, cuando suena por error, o como también pasó el pasado vienes 19 durante un sismo que afortunadamente no pasó a mayores, en muchas de las alcaldías de la CdMx se escuchó “esto es un simulacro”, mientras sentimos moverse el piso.
Es lo que hay cuando vives en esta hermosa ciudad de suelo blando. Y, por supuesto, que sí hubo respuesta inmediata de la jefa de Gobierno. Pero ahora la reacción ante nuestro clásico sentido del humor esta disparando con más venganza a los bots que a la alerta sísmica. Incluso personas reales creen que cualquier chiste u opinión al respecto es un acto golpista al gobierno actual. Yo solo les digo: relájense. Ya pasó ese susto y Twitter ha sido nuestro paño de lágrimas y risas nerviosas con todo tipo de gobiernos y otras instituciones, a todos les ha pasado cosas así. Nos pusimos igual o peor esa mañana cuando se cayó WhatsApp, Instagram y Facebook y nadie, espero, porque nunca falta, culpó a Morena. ¿O sí?