Mira, Marcelo, ahí te dejo estos dos pesos

Gil imagina este diálogo-canción: Liópez: “Mira, Marcelo, ahí te dejo esos dos pesos: compras vacunas, las jeringas y el jabón / de lo que sobre, ahí les das a los de Pemex, guárdame el resto para hacerme mi elección...

Gil se encuentra contrariado. Le han echado a perder sus calcetines de rombos. Allá están arrumbados en el fondo del cajón, no los usará de nuevo. Los asocia con el cinismo, una mesa patas parriba, un hombre en el piso, una mujer indignada, un escándalo en un restorán. Y no vaya usted a creer que son tan baratos. Gamés cambiará por las rayas horizontales y colores más vivos tipo los que puso de moda Joaquín López-Dóriga. También conseguirá imitaciones de obras de arte que han derrotado al tiempo. Ya tiene unos preciosos calcetines con una impresión de “La Noche Estrellada” de Van Gogh; otros con el rostro de William Shakespeare.

Pero para que este cambio ocurra en el atuendo de Gilga, éste deberá viajar a Nueva York, o París o Montreal con frecuencia. Nada que hacer con sus calcetines de rombos. Cada vez que los ve en sus avergonzados pares, porque ellos también se sienten apenados y sabe que han trapeado con su reputación, Gil piensa en la miseria humana, y no es un buen ejercicio espiritual darse un baño, secarse, vestirse y pensar cada día en la cobardía y el abuso. Otra oposición es volver al pasado y comprar calcetines de colores fijos: negros, azules, cafés. Se acuerdan de ese jingle: “entre el zapato y el pantalón está el detalle de distinción: Donelli”. En francés se dice así: ah, los ojetés (con acento).

La tortuga de la vacunación

Gil leyó un articulo bien informado y mejor trabado de Ricardo Becerra publicado en su periódico La Crónica de hoy: “¿Por qué seguirá siendo lenta la vacunación?” Con información que Gil desconocía, Becerra ha explicado con claridad no una sino varias de las cadenas productivas de las vacunas: por ejemplo, “190 países necesitarían unas 12 mil 565 millones 700 de vacunas antes del invierno (cálculo de la OMS)”.

Si Gil ha entendido algo, cosa improbable, hay al menos un asunto de eminencia política: “Será que hay un abuso del Big-Farma que se aprovecha de la emergencia? Probablemente, pero la verdad es que ese mercado es así, en todas partes y desde siempre, los suministros médicos nacionales existen primero y principalmente en papel en los contratos llamados ‘justo a tiempo’. Muy pocos países productores de vacunas, comprendieron sus implicaciones en medio de una pandemia (Chile es uno de esos, para subrayar que tampoco era imposible preveerlo)”.

Austeridad, ahorrar y gastar

Ya puestos en desmadre urbano, Gil imagina este diálogo-canción cuya autoría pudo ser de Chava Flores: Liópez: “Mira, Marcelo, ahí te dejo esos dos pesos: compras vacunas, las jeringas y el jabón / de lo que sobre, ahí les das a los de Pemex, guárdame el resto para hacerme mi elección / Mira, Marcelo ahí te dejo esos dos pesos, compras vacunas y, ya me oyó / algo para Pemex y mi elección.

Con ánimo republicano, el canciller Ebrard regresó de sus viajes y, imagina Gamés, le dijo al Presidente: con lo que ofrecí no alcanza ni para los tacos de suadero, necesitamos tres veces más. Y el Presidente, visiblemente molesto: pues nos les compramos a esos neoliberales y el pueblo bueno un día se los cobrará.

Así las casas (muletilla pagada por Bartlett Chu-chu-chu). México está en la cola de las vacunas, si no al final, muy atrás. Eso sí, no le quitamos no un peso al proyecto de Chapultepec, ni un quinto al Tren Maya, ni un dólar al aeropuerto de Santa Lucía, ni un centavo a los jóvenes del futuro o del pasado o como se llamen. Y mientras vacunan como la tortuga, morirán más mexicanos.

Vacunación

¿Alguien podría informarle a Gamés si en efecto esta semana se iniciará la vacunación en la alcaldía Cuauhtémoc? Según la lógica (es un decir), la vacunación avanzó desde las alcaldías con menos adultos mayores hasta aquellas que rebosan de viejitos. La alcaldía Cuauhtémoc tiene 94 mil adultos mayores y la Benito Juárez, 87 mil. ¿Alguien anda por ahí?

Por cierto, ¿ya vieron el Parque España con fuente a borbotones y corrales para perros grandes y pequeños? Pas mal.

Todo es muy raro, caracho, como diría Jules Renard: “Lo que distingue al hombre de los otros animales son las preocupaciones financieras”.

¿Ya vieron el Parque España con fuente a borbotones y corrales para perros?