Primera fotografía
Margarita Robles no ha sido el primer miembro del gobierno en vacunarse –lo fue Miquel Iceta el pasado 26 de marzo–, pero sí la primera en difundir la fotografía para dar ejemplo. cadísima en Madrid —en la que ya han dicho que apostarán por pactar con el PP tras los comicios para sacudirse su nueva imagen de aliado del PSOE—. Igualmente, es dudoso que los populares vuelvan a abstenerse. Aunque las fechas se acercan, nadie en el gobierno se pronuncia, aunque la hipótesis ya se baraja. La decisión se adoptará, señalan en La Moncloa, a la vista de la evolución de los datos y las condiciones de la enfermedad. El silencio, sin embargo, tiene otra motivación: la proximidad de las elecciones en la Comunidad de Madrid y el cansancio que las medidas restrictivas provocan en los votantes. Desvelar una posible prórroga irrumpiría en una campaña electoral que trasciende los límites regionales.
La sombra de la duda planeará hasta el 4 de mayo, fecha de los comicios, y será utilizada como argumento electoral. Para unos, una necesidad; para otros, una amenaza a las libertades. Para los primeros, un deber; para los segundos, un ataque. En caso de proponerse otra prórroga del estado de alarma, debería aprobarse esa semana en el Congreso y anunciarse al menos la anterior, en plena campaña.
Los partidos ya preparan sus argumentarios: la izquierda apostará por defender la excepción constitucional como único instrumento eficaz para desplegar una estrategia de contención del virus; la derecha ahondará en la poca efectividad de un estado de alarma en vigor desde octubre, que no ha servido para aplicar medidas capaces de impedir los repuntes de la pandemia, pero ha hundido, a base de restricciones, importantes sectores de la economía.
La vicepresidenta primera del gobierno, Carmen Calvo, por si acaso mantiene abiertas todas las posibilidades. Oficialmente, el Ejecutivo afirma que confía en no tener que prorrogar el estado de alarma, pero pide cautela.
Casi un año después, la incidencia del covid asciende y hay voces que dan por hecho una inminente cuarta ola de contagios frente a la cual, pese a todo, solo se podrá levantar un nuevo muro de restricciones amparadas por una prolongación del estado de alarma.