Violencia política en razón de religión
Así como existe y se ha avanzado en detectar, prevenir y evitar la violencia política en razón de género, así deberíamos de avanzar en el mismo sentido para sancionar la violencia política en razón de religión. El problema aquí es que los que están ejerciendo este tipo de violencia son los medios de comunicación, y lo hacen desde su posición privilegiada, maniquea y prejuiciosa.
La violencia política en razón de religión son todas aquellas acciones u omisiones de personas, servidoras o servidores públicos que se dirigen a un ciudadano señalando su religión y que tienen un impacto diferenciado en esas personas o les afectan desproporcionadamente, con el objeto de menoscabar o anular sus derechos políticos-electorales, incluyendo el ejercicio del cargo. Y partiendo de esta definición tendríamos que legislar en los mismos términos que se ha legislado la violencia política en razón de género. Y las mismas sanciones que ahí se han considerado deberían considerarse para este otro delito. Porque una sociedad que condena cualquier violencia pero justifica la violencia silenciosa, mediática y prejuiciosa contra los creyentes de una fe, tarde o temprano pasará a la historia como la peor de las sociedades.
Esta propaganda mediática surge en los medios de comunicación quienes, muy al estilo nazi, han comenzado a etiquetar en México a los creyentes de una fe por el solo hecho de pertenecer a ella. ¿Qué de malo tiene que los creyentes de una fe defienda a su líder? ¿Por qué no habrían de hacerlo? ¿Y por qué si lo han hecho eso es motivo de señalamiento para anular sus derechos políticos?
Ante estos señalamientos, nada más perverso que un medio de comunicación violentando los derechos de los ciudadanos con base en sus propios prejuicios.
Por eso hago un atento llamado a los legisladores del país para que presenten a la brevedad posible iniciativas para legislar la violencia política en razón de religión. De la mano irían los crímenes de odio, la incitación al odio, y el resto de sentimientos hostiles que tanto daño hacen a las sociedades y cuyo antecedente histórico –el holocaustodebería servir como preámbulo y justificación de la misma.
¿Qué de malo tiene que los creyentes de una fe defienda a su líder?