SERVIDORES DE LA NACIÓN
Estos funcionarios son los responsables de elaborar el padrón único de beneficiarios de los programas sociales de la 4T; sin embargo, detractores del gobierno afirman que tienen como misión real repartir bienes con una intención clientelar
del voto hubiesen sido premiados con un puesto en el gobierno federal, a partir de diciembre de 2018, y que ese empleo hubiere, además, implicado como condición continuar haciendo propaganda a favor del partido morado.
Porque el presidente López Obrador tiene prometido a la nación que su gobierno se encargará de erradicar el fraude en las elecciones, si los servidores de la nación fuesen en realidad operadores políticos que antes aseguraron votos a favor de Morena y que en el presente continúan trabajando con la misma divisa, la promesa presidencial sería una gran mentira.
Al respecto flota una pregunta inquietante: ¿por qué cuando estaban levantando el censo del bienestar, los servidores de la nación no recorrieron una por una las viviendas de los municipios más pobres?
Es necesario combatir la posibilidad de que, en vez de ello, en 2019 los siervos de la nación hayan contactado a los líderes de las comunidades que promovieron el voto por Morena en 2015 y 2018 para delegar sobre esas personas la selección de las y los beneficiarios de los programas sociales.
No se valdría que quienes integran el nuevo censo único hayan sido beneficiados, no tanto por su condición de vulnerabilidad, sino por sus filias políticas explícitas. Esto implicaría que otras personas igualmente necesitadas de apoyo, pero sin vínculo con los líderes consultados, hubiesen quedado fuera del censo.
De acuerdo con el presidente López Obrador, los programas destinados a las personas más pobres del país suman, en total, una derrama por año de más de 300 mil millones de pesos provenientes de los bolsillos de las y los contribuyentes.
Si esos recursos fuesen utilizados deliberadamente para favorecer a un partido, o peor aún, para extorsionar —a partir de las necesidades materiales— a quienes no estuviesen en ánimo de votar por determinada fuerza política, la libertad para sufragar y la equidad de la contienda sufrirían un daño tan inmoral como políticamente difícil de reparar.
Hace bien el TEPJF en investigar desde ahora las sospechas que pesan sobre los chalecos morados. Mejor prevenir antes de que sucedan los comicios de junio de este año, que enfrentar una catarata de recursos jurídicos en contra de los servidores de la nación, de sus jefes en la administración pública y de los líderes del partido mayoritario.
@ricardomraphael