Coqueteando con la muerte
Según sea el tema que uno quiere tratar mediante la palabra escrita. Un reto constante es encontrar el encabezado adecuado, una vez encontrado, el cometido del texto es comunicar de manera sencilla, sin pretensiones literarias, ni rebuscamientos intelectuales y sin majaderías, los conceptos que plasmaremos en el papel. En cuanto a mi escrito de hoy, no encontré para el encabezado otra frase que expresara mejor el asunto que te quiero comunicar.
En las postrimerías de 2019 surgió el coronavirus en Wuhan, una ciudad de la zona central de China. Fue a principios de enero de 2020 cuando éste empezó a propagarse por todos los confines del planeta. En ese momento ni idea teníamos de la catástrofe que se avecinaba. Al maligno enemigo lo nombraron covid-19, éste llegó a tierras mexicanas cuando iniciaba marzo de 2020. Debido a la gravedad del asunto la OMS la declaró pandemia. Las autoridades propusieron un confinamiento nacional para evitar su propagación. Quédate en casa, fue la principalísima recomendación.
Millones de mexicanos incrédulos no daban crédito a tan “desproporcionada propuesta”. Otros más conscientes la acataron. Las autoridades sanitarias implementaron la jornada nacional Susana Distancia, ésta incluía tres recomendaciones elementales: 1. Quédate en casa; 2. Lávate las manos con agua y jabón cuantas más veces puedas; y
3. Mantén la sana distancia. La sana distancia y las medidas generales de higiene, marcaron la pauta de la nueva normalidad. Para junio de 2020, el implacable enemigo invisible ya había cobrado cientos de vidas en nuestro país y en muchos otros del orbe.
En México está iniciando el mes 14 desde que aterrizó entre nosotros el mortífero bicho. Hasta ayer, las muertes por covid-19 ascendían a 204 mil
11. En Jalisco han muerto 11 mil 291 personas, los contagios confirmados superan los 235 mil 68.
A pesar de estas espeluznantes cifras, miles de jaliscienses salieron esta Semana Santa de paseo a lugares congestionados, pasaron por alto el uso del cubrebocas y la sana distancia, esto demuestra la irresponsabilidad la y nula cultura cívica participativa de nuestra gente. Bajo las críticas circunstancias que estamos atravesando, salvar vidas es lo más importante, pero eso requiere de la colaboración de cada uno de nosotros. Evitar más muertes ocasionadas por ese perverso enemigo invisible exige que todos jalemos parejo.
Conocedores de la irresponsabilidad de la gente, los expertos predijeron una tercera ola de contagios después de Semana Santa. Por coquetear con la muerte, quienes no acataron las reglas serán los responsables de nuevos contagios y nuevas defunciones.
Colofón
Quienes no acataron las reglas serán los responsables de nuevos contagios y nuevas defunciones
Dadas las circunstancias, es inminente una tercera ola de contagios. Cuando les entreguen su resultado positivo a quienes salieron de vacaciones, como siempre, su chivo expiatorio será el gobierno, jamás tendrán el mínimo de valor civil para reconocer que su cretinez los puso a ellos y a los suyos a las puertas de la muerte.