Presionan al Capitolio para bloquear al narco en redes
La Alianza para Combatir el Crimen en Línea ha acelerado una campaña en Washington para obligar a gigantes tecnológicos a restringir el acceso del cártel de Sinaloa, el Jalisco Nueva Generación y la Familia michoacana a sus sitios
Bajo el eslogan “Si es ilegal en la vida real, tendría que ser ilegal online”, académicos de la Alianza para Combatir el Crimen en Línea presionan al Capitolio en EU para que obligue a gigantes tecnológicos a restringir el acceso a las redes a los cárteles de Sinaloa, Jalisco Nueva Generación y La Familia, entre otros.
El video, de varios minutos de duración, es digno de una película de terror: un hombre con una motosierra tortura a otro, amarrado con cinta canela. “¡Para que no ande de rajón!”, le grita su verdugo.
En un país que cumple más de una década de combate entre cárteles de la droga, la grabación no tiene nada de nuevo: muchos como ese han sido compartidos en Facebook, Whatsapp, Twitter e Instagram, donde también abundan cuentas que muestran el lado glamuroso del narco, con fotografías de mujeres hermosas, fajos de billetes, rifles de asalto bañados en oro, autos deportivos y ropa de diseñador.
Pero tras la decisión de gigantes tecnológicos de Sillicon Valley de censurar opiniones extremistas —con Donald Trump y miles de sus seguidores como principales ejemplos— el acceso libre de los cárteles o de apologistas de la narcocultura a plataformas digitales se ha vuelto también un tema de debate, al menos para algunas organizaciones en Estados Unidos que están llamando por primera vez a reformar la ley para cerrarle la vía al crimen organizado.
Bajo el slogan “Si es ilegal en la vida real, tendría que ser ilegal en línea”, académicos de distintos países, agrupados en la Alianza para Combatir el Crimen en Línea (ACCO, por sus siglas en inglés) han acelerado una campaña de presión en Washington para exigir a legisladores que modifiquen el contexto legal y obliguen a gigantes tecnológicos a restringir el acceso a las redes a organizaciones como el cártel de Sinaloa, el Jalisco Nueva Generación y la Familia michoacana, entre otros.
“Los cárteles mexicanos de la droga y otras pandillas violentas como MS-13 han convertido las redes sociales en armas, justo como el Estado Islámico, usando internet como un multiplicador de fuerza para intimidar, hostigar y extorsionar a sus víctimas”, sostiene la alianza, que incluso ha presentado testimonio ante el Congreso de Estados Unidos para exigir reformas legales.
“A pesar de que estas cuentas a menudo tienen contenido violento altamente gráfico, solo pocas se cierran. Para las fuerzas del orden, lana tura le zatransfront eriza de esta actividad delictiva presenta un gran desafío”, subrayó la organización en una investigación sobre el uso de redes sociales por parte del narco mexicano.
Para la alianza, el quid yace en una ley vigente desde hace 25 años en Estados Unidos, que permite a la mayoría de las empresas tecnológicas de California gozar de “amplia inmunidad (...) incluso cuando, a sabiendas, alojan y difunden contenido subido por cárteles de la droga y otros grupos ilegales”. Se trata de la Acta de Decencia de las Comunicaciones, sección 230, en la que se establece claramente que las compañías no tienen responsabilidad alguna por contenido violento que pueda ser subido por sus usuarios.
Pero, a la par a los llamados a que Washington imponga un mayor control, está el debate sobre libertad de expresión y si el Estado debe asumir el papel de censor. Por ejemplo, Facebook ha enfatizado en que el contenido ilegal, en efecto, deberá ser retirado, pero sin descobijar el principio casi sagrado de que los usuarios de la red social se expresen libremente.
“Creo que tenemos dos responsabilidades: remover el contenido que pueda causar daño tan eficiente mente como podamos y pelear para sostener una definición de libertad de expresión lo más amplia posible”, dijo en 2019 el CEO de la empresa, Mark Zuckerberg.
El debate sobre qué es permisible y qué no se intensificó después de las elecciones estadunidenses de noviembre pasado, cuando las cuentas del derrotado Donald Trump fueron suspendidas y después canceladas por considerar que difundían información falsa y llamaban a un posible peligro para la sociedad.
Sobre la cancelación de la cuenta de Trump, el CEO de Twitter, JackDor se y, poste ó en la red social algunas de sus opiniones sobre la decisión. Sus argumentos se centraron en qué tanto puede empujar una empresa a cerrar el acceso a una o varias personas. En efecto, el tema se centra en torno al balance de libertad de expresión contra bien colectivo.
“No celebro ni me siento orgulloso de tener que expulsar a @realDonaldTrump de Twitter o cómo llegamos aquí. Tras una amenaza muy clara, tomamos la decisión con la mejor información que teníamos. Enfrentamos una extraordinaria e insostenible circunstancia, forzándonos a enfocar nuestras acciones a la seguridad pública”, escribió en enero pasado.
Contenido superviolento
¿Y dónde yace la frontera de lo que se puede mostrar y lo que no? En México, hasta ahora, hay acceso libre. Cuando se navega en la red es común toparse con videos de enfrentamientos armados en los que supuestos integrantes de la delincuencia organizada, casi siempre con el rostro cubierto, hacen ostentación de su poder de fuego, su artillería y su presupuesto.
Como aquel video del cártel Jalisco Nueva Generación difundido en julio del año pasado en el que un grupo de sicarios fuertemente armados gritan: “¡Pura gente del señor Mencho!”.
Durante 2020 en redes sociales, las organizaciones mexicanas que más se destacaron, de acuerdo con los expertos de la Alianza, son el cártel de Sinaloa y Los Zetas, que cuentan con un buen número de seguidores.
En ese año, por ejemplo, de acuerdo con los registros de la ACCO, el cártel de Sinaloa llegó a acumular más de 88 mil seguidores en Twitter en una cuenta que actualmente se encuentra dada de baja.
Mientras que Los Zetas, uno de los cárteles mexicanos más conocidos en el planeta por su contenido "súper violento" ha llegado a transmitir asesinatos en YouTube, y según el registro de la Alianza, tiene un universo de Fa cebo ok con aproximadamente 47 mil cuentas conectadas entre sí.
Los Zetas tienen un universo aproximado de 47 mil cuentas de Facebook conectadas entre sí, estiman