Barrios-Jardín por una mejor Guadalajara (II)
Los barrios son el futuro -y el presente- de las ciudades. Donde estamos el mayor tiempo de nuestra vida, donde descansamos. Por eso es imperativo protegerlos y mejorarlos. Permitirles bienestar, salud y seguridad.
Basta mirar los “barrios-jardín” de las ciudades más avanzadas y admiradas para constatarlo. Los londinenses Kensigton, Hampstead o Highgate, arbolados, con parques, edificios armónicos y discretos, y calles amables. El Montmartre parisino, barrio de artistas, colinas vegetadas y calles adoquinadas en piedra. Las nuevas “supermanzanas” barcelonesas canalizan los autos a las avenidas y provocan corazones verdes peatonales para las personas. Las urban villages que salvaran valerosas neoyorquinas en los 60’s, doblegando a poderosos gobernantes que pretendían demolerlas. El distrito de los canales de Ámsterdam, ciclista, dinámico, sorprende por tranquilo en el centro de la ciudad vertiginosa. Y muchos otros.
Guadalajara descuida los propios. Los satura de tráfico y los contamina. Los hace inseguros, tierras de nadie. Favorece establecimientos nocivos y ruidosos que expulsan a sus habitantes, impidiéndoles descanso y sueño. Alienta edificios invasivos para negocio de unos cuantos en detrimento de todos. Olvida infraestructuras y servicios, y los deja sin agua y a oscuras. Dificulta sus organizaciones incipientes, los divide y vence. Gasta en espacios públicos “de primer mundo” y olvida barrios en el inframundo. Resultado: periferias infinitas y cotos.
Cambiemos las cosas. Que nuestros barrios y colonias sean lo mejor de la ciudad, no lo malo. ¿Ejemplos globales? Depende de nosotros. Que el bienestar de sus moradores sea lo primordial, no el de los autos que los atraviesan. Encaucémosles naturalezas sanas, árboles y parques, no tráfico agresivo, contaminación y ruido. Alentemos edificaciones respetuosas y armónicas, no torres enormes que los avasallen. Hagámoslos seguros, un barrio restringido al tránsito externo, cuidado y con gente en las calles, será más seguro que uno vuelto mera pasadera de autos. Escuchar a los vecinos, apoyarlos, organizarnos. Barrios abiertos, tranquilos y amables, para peatones, ciclistas y paseantes. Podemos lograrlo. Urge.
Que nuestros barrios y colonias sean lo mejor de la ciudad