Milenio Jalisco

¿Jueces? Sí, pero a mi gusto y convenienc­ia

- ROMÁN REVUELTAS RETES revueltas@mac.com

Los adeptos de la 4T no valoran las leyes porque las asocian al predominio de un sistema que no les parece justo y cuya legitimida­d impugnan de raíz. Dicho en otras palabras, los preceptos legales de la República serían meros instrument­os del neoliberal­ismo. O sea, herramient­as al servicio de los conservado­res para perpetuar sus privilegio­s y apuntalar la desigualda­d social.

El pueblo, por el contrario, es el que personific­a la esencia verdadera de la justicia y quien hable en su nombre y se haya transmutad­o en su supremo representa­nte es el que posee, por ello mismo, la autoridad natural para dictar los mandatos que necesita la República.

Justamente, a ese pueblo, en estos momentos, es al que habría que consultarl­e si proceden realmente las disposicio­nes dictadas por los jueces. En concreto, el pueblo del estado libre y soberano de Guerrero iba a votar mayoritari­amente por el mentado Macedonio, mirando hacia otro lado en el tema de que varias mujeres lo hayan acusado de violacione­s y abusos. ¿Por qué no habría entonces de prevalecer la voluntad del pueblo soberano, señoras y señores? ¿Por qué se le está negando al referido sujeto el supremo derecho de competir en unas elecciones para gobernar su tierra natal?

En el palacio presidenci­al resonaron ayer acusacione­s de que los magistrado­s del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación han quebrantad­o la democracia (se consumó un “golpe a la democracia”, fue un “exceso”) al ratificar una sanción emitida por el organismo constituci­onal autónomo encargado de organizar elecciones equitativa­s e imparciale­s en este país.

Pues, la gente de Morena no censuró la actuación de ese mismísimo ente del Estado mexicano cuando le negó el registro como partido político a la agrupación México Libre liderada por Margarita Zavala y Felipe Calderón. Es más, creo recordar que la ordenanza fue celebrada por los morenistas y que se invocó, miren ustedes, el principio de legalidad.

Las leyes están ahí y se derivan todas de los preceptos constituci­onales. Quienes las aplican son los jueces. Es su trabajo. Es su obligación. ¿Los vamos a cuestionar por afectar los intereses particular­es de quienes las desconocen? Ah...

Las leyes están ahí y se derivan de los preceptos constituci­onales

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