Monreal y sus amigos
Al mirar de nuevo el video de David Monreal manoseando a Rocío Moreno, candidata a la zacatecana alcaldía de Juchipila por Morena, el cartujo se pregunta: si esto sucedió en medio de tanta gente y a plena luz del día, ¿cómo se comportará cuando nadie lo está viendo?
Los toqueteos del aspirante a la gubernatura de Zacatecas a su compañera de partido son de impecable ejecución, resultado, quizá, de una larga práctica. Verlo en acción es un viaje a los años más oscuros del siglo XX, cuando los abusivos como él eran motivo de envidia y aun de elogio en una sociedad machista.
En ese entonces, en la calle, en los camiones, en los mercados, en todas partes, estos bribones se acercaban sigilosos a las mujeres para rozarles el trasero y enseguida, satisfechos, hacerse disimulados.
Esa es la escuela de la prepotencia, el machismo y la misoginia. Si Rocío Moreno se atreviera a alzar la voz, ¿tendría futuro, político o profesional, en su tierra? El Pulpo David Monreal conoce la respuesta, por eso conserva la sonrisa y mantiene intactas las pretensiones de gobernar un estado envuelto en las llamas de la violencia y el acoso a las mujeres.
En el partido del Presidente, el de la purificación del país, Monreal no está solo, algunos de sus compañeros coinciden con él en el comportamiento, las excusas y los pretextos: cuando son descubiertos en sus fechorías, culpan a los medios y a “la mafia del poder”. Como lo hizo el diputado Saúl Huerta, quien, dadas las acusaciones en su contra por abuso sexual de varios adolescentes, con insoportable cursilería le habló a Juan Francisco Rocha de su inocencia y la decisión de separarse de su grupo parlamentario para no afectarlo, “porque antes de mi interés personal, existe el interés supremo de la nación”.
El legislador poblano no contó con la amistad de López Obrador, como sí la tiene Félix Salgado Macedonio, a quien las denuncias por violación no le han quitado el manto de la impunidad y la insolencia, por eso ahora amenaza a las autoridades electorales y se dispone a gobernar Guerrero tras bambalinas. No cabe duda, los depredadores andan sueltos.
Queridos cinco lectores, El Santo Oficio los colma de bendiciones. El Señor esté con ustedes. Amén.
Verlo en acción es un viaje a los años más oscuros del siglo XX