El regreso de Pellicer... y Echeverría
Homenajear a un gran poeta siempre será mejor que abrir las puertas de Bellas Artes al líder de la iglesia evangélica la Luz del Mundo, Naasón Joaquín García, comprobado pedófilo, violador, abusador y traficante de pornografía infantil
Gil se disfrazará de tabasqueño con su bufanda y un abrigote para que los vientos colados de Palacio no le calen hasta los huesos. Con su nuevo atuendo podría acercarse al Palacio de Bellas Artes donde se le ha rendido tributo a otro insigne tabasqueño: Carlos Pellicer. Homenajear a un gran poeta siempre será mejor que abrir las puertas del teatro nacional al líder de la iglesia evangélica La Luz del Mundo, Naasón Joaquín García, comprobado pedófilo, violador, abusador y traficante de pornografía infantil. Él se encuentra purgando sabe Dios cuántas cadenas perpetuas en Estados Unidos. Quién invitó al angelito, la directora del INBAL, Lucina Jiménez, no sólo no renunció a su cargo sino que obtuvo la confianza y la ratificación de sus jefas. Así que mejor un Pellicer que un Joaquín García.
Con su bufanda y su abrigote, herencia de una tía viuda, Gil leyó en su periódico La
Jornada que el presidente Liópez Obrador admira a Pellicer, no sólo eso, trabajó con él allá en sus mocedades. Gamés tuvo la fugaz impresión de que el homenaje a Pellicer en el 125 aniversario de su nacimiento es también un reconocimiento al Presidente que, según dijo el secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, asistiría si su prueba de covid le mostraba un negativo rotundo.
Los redactores de su periódico La Jornada dieron rienda suelta a su conocimiento de la poesía mexicana y más precisamente la de Carlos Pellicer y reprodujeron dos poemas, “Líneas por el Che Guevara” y “Las Estrofas a José Martí”. Por el bien de la poesía, “Primero los Luchadores Sociales”. Gil podría asegurar que los redactores de cultura de su periódico La Jornada juran y perjuran que Pellicer fue un militante de Morena, que consideraba que era un honor estar con Obrador. Oh, sí.
Adoctrinar
Lo bueno es que con su bufanda y su abrigote nadie va a reconocer a Gilga y así no lo increparán, no lo llamarán conservador, al contrario le invitarán sus buenos tamales de chipilín y unas gorditas y otras recetas muy típicas de allá del edén. En su periódico
La Jornada han citado a Monsiváis, quien llamaba a Pellicer “feligrés de los sentidos”, desafortunadísima figura barroca. Monsiváis: “Pellicer es tradicional porque le importa exaltar los motivos de su admiración, y es modernísimo, porque nunca cede al empecinamiento doctrinario y a las rutinas literarias”. Gil considera que a todo el merecido recuerdo de Pellicer se le podría llamar “empecinamiento doctrinario”.
LEA cumple años
Repantigado en el mullido sillón del amplísimo estudio, Gamés se enteró de que Luis Echeverría Álvarez cumplía 100 años. Gamés recuerda a este ex presidente devorado por el narcisismo gritando ¡arriba y adelante!, su lema de campaña. LEA quería de todo sin ton ni son y a tontas y a locas, perseguía el Premio Nóbel de la Paz, reprimía a mansalva, acabó con el mejor diario de México, su periódico Excélsior, se gritaba el precio con los empresarios, fundaba el inútil Centro de Estudios Económicos y Sociales del Tercer Mundo, el CEESTEM, se metía a la UNAM y se llevaba una pedrada en la frente, “¡Jóvenes fascistas!”, ¡Jóvenes del coro fácil! Pero sobre todo, Gilga recuerda el cierre de aquel sexenio y la crisis económica, la devaluación del peso, la inflación salvaje, un desastre presidencialista producto de las malas decisiones de un megalómano, autoritario, corrupto impune.
De esos tiempos, Gilga recuerda que la esposa de Echeverría, María Esther Zuno, amaba los bailes regionales y el agua de chía, ella puso su propio grupo de bailarines, ¿se llamaba Las Palomas? Y el hermano deje usted incómodo, el hermano narco, Rubén Zuno Arce, cómplice de Félix Gallardo, Caro Quintero, don Neto, y condenado a dos cadenas perpetuas en Estados Unidos. Allá murió en la sombra.
La vida ha castigado a LEA con una longevidad inverosímil, Gil le desea que viva 25 años más. Qué miedo volver a esos tiempos, sería una regresión infame. Un grito desgarrador hizo añicos el silencio del amplísimo estudio: ¡Ay, mis hijos, viajeros en el tren del pasado!
Todo es muy raro, caracho. Como diría Julián Marías: “Las doctrinas falsas suelen buscar la imposición, las verdaderas prefieren justificarse”.
El ex presidente, devorado por el narcisismo, cumple hoy 100 años