Delincuencia organizada dirigida desde la Seido
¿
Por qué pudieron inventar una mentira tan grande como la verdad histórica del caso Ayotzinapa? ¿Cómo fue que torturaron impunemente a decenas de personas para obtener confesiones coincidentes con la narrativa oficial? ¿Cómo fue posible que manipularan los restos del normalista Alexander Mora hallados en la ribera del río San Juan? ¿Cómo fue que pudieron defender hasta la náusea la necia versión del vertedero de Cocula?
La respuesta a todas estas interrogantes es una y tremenda: porque podían.
Por años una lista larga de funcionarios de la Procuraduría General de la República (PGR) ha usado con arbitrariedad armas institucionales en contra de personas inocentes.
Según un informe publicado recientemente, además del ex procurador general Jesús Murillo, fueron responsables de torcer la investigación sobre el paradero de los jóvenes normalistas Rodrigo Archundia, entonces titular de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (Seido); Gualberto Ramírez Gutiérrez, ex titular de la Unidad Especializada en Materia de Delitos contra el Secuestro (UECS), y Tomás Zerón de Lucio, cabeza en 2014 de la Agencia de Investigación Criminal (AIC).
Desde 2019 Gualberto Ramírez está bajo proceso penal por vender los servicios de la PGR para fabricar secuestros. Archundia, en cambio, funge todavía como titular de la unidad antisecuestro de la Fiscalía del Estado de México.
El historial delictivo de ambos se remonta al primer lustro de este siglo. Archundia, entre otros casos turbios, habría sido el primer cómplice de Isabel Miranda en la fabricación del caso Wallace; también estuvo involucrado en el sonado expediente de Florence Cassez e Israel Vallarta. De su lado, Gualberto Ramírezfuecentralparalaarbitrariapersecución de la senadora Nestora Salgado. Durante más de una década ambos fueron delincuentes incrustados dentro de la Siedo/Seido, el aparato del Estado mexicano dedicado a combatir los peores crímenes. En efecto, el régimen de excepción de delincuencia organizada lleva en manos de delincuentes casi desde su fundación.
Zoom: además de los que portan las armas están las armas y ese régimen incontrolado significa una amenaza permanente contra nuestra democracia y sus gobernados. Ayotzinapa es solo una de sus muchísimas víctimas.
La respuesta a todas estas interrogantes es una: porque podían