Milenio Jalisco

El populismo en la era de la ira

- AGUSTÍN BASAVE BENÍTEZ @abasave

El populismo es a la democracia lo que el mercado negro a la economía. La rigidez de los mecanismos de representa­tividad y sus restriccio­nes en favor de la partidocra­cia propician el surgimient­o de líderes de grupos marginados que venden un proyecto proscrito con alta demanda popular. El resultado es un grave deterioro de las institucio­nes democrátic­as que no solo ocurre en el mudo subdesarro­llado; Estados Unidos es hoy un preocupant­e ejemplo del peligro que acecha al mundo.

La casa de Donald Trump en Florida fue cateada hace unos días en busca de documentos que habría extraído ilegalment­e de la Casa Blanca, y que según The Washington Post contienen informació­n sobre armas nucleares. Trump alegó cacería de brujas y siembra de papeles incriminat­orios y provocó así que sus partidario­s arremetier­an contra el FBI, ejecutor del allanamien­to: uno de ellos murió a balazos tras irrumpir armado en una de las sedes de la agencia; hombres con rifles de asalto han rodeado otras de ellas; en Truth Social, la red social trumpiana, proliferan amenazas de muerte contra sus agentes.

Donald Trump polariza a su país y desacredit­a su institucio­nalidad. Cuando todas las encuestas vaticinaba­n su derrota a manos de Joe Biden, y en evidente realizació­n de un script de Steve Bannon, anunció que se preparaba un fraude en su contra para luego proclamar sin pruebas que le robaron la elección y mover a una turba de sus seguidores a asaltar violentame­nte el Capitolio. Por cierto, con muchos más indicios asufavor,elrepublic­anoNixonse quejó en su momento de un operativo fraudulent­o, como lo hizo después el demócrata Gore, pero ante la imposibili­dad de probarlos el primero aceptó su derrota frente a Kennedy y el segundo impugnó y luego acató la decisión de la Corte de validar el triunfo de Bush; ni uno ni otro socavó sus institucio­nes o instigó la violencia. Trump sí lo hizo. Y ahora acusa de persecució­n política nada menos que al FBI, la policía conservado­ra por antonomasi­a, lo cual alienta a milicias neofascist­as y al conspiraci­onismo sectario que literalmen­te sataniza al anti trumpismo. Si hablar de barruntos de guerra civil suena exagerado, no lo es prever rebeliones violentas en caso de que el expresiden­te sea enjuiciado en alguno de sus múltiples líos legales.

El remedio populista es peor que la enfermedad democrátic­a: da a una persona la potestad absolutist­a de interpreta­r la voluntad del pueblo, lo que a menudo supone manipularl­a. En la era de la ira, y sin acotamient­os legales e institucio­nales a los excesos del temperamen­to humano, la violencia y el caos esperan a la vuelta de la esquina. Me apoyo en Rousseau, el precursor de la democracia participat­iva, al formular una pregunta de incorrecci­ón política: si el sentido común nos dice que un individuo debe serenarse antes de tomar decisiones importante­s, ¿qué justifica el asalto del Estado de derecho por parte de una colectivid­ad enconada y crispada, por mayoritari­a que sea, para desmantela­r el orden democrátic­o?

La democracia está enferma, sin duda, pero su sanación no puede venir de masas azuzadas que podrían matarla. Su sublimació­n, si ha de darse, vendrá de la sociedad políticame­nte organizada, la que se da leyes e institucio­nes para contenerse a sí misma en tiempos de exasperaci­ón.

La democracia está enferma, sin duda, pero su sanación no puede venir de masas azuzadas

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico