AMLO redujo la desigualdad ¿por qué?
Esta semana AMLO dijo que su gobierno ha reducido la desigualdad. Mientras que en 2018 los hogares más ricos de México tenían en promedio 18 veces más ingresos que los más pobres, argumentó, ahora solo tienen 16. Ello es evidencia, remató, de una mejor distribución del ingreso con datos del Inegi. ¿Esto es cierto? Vamos por partes. Primero, a primera vista el dato que da AMLO es cierto. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (Enigh) hecha por el Inegi, mientras que 10 por ciento de los hogares más pobres tenía ingresos promedio de 3 mil 270 pesos mensuales en 2018, en 2020 tuvieron 3 mil 310 pesos. Este incremento de 1 por ciento, aunado al decremento de -9 por ciento en el ingreso de los hogares más ricos de México (top-10 por ciento) hacen que el dato que da AMLO sea cierto.
El cambio que AMLO presume no es menor. De acuerdo con la Enigh, el 10 por ciento más pobre de México tuvo en 2020 los ingresos mensuales más altos que ha tenido desde que contamos con datos en 2002 (precios constantes). Con ello, el índice de Gini (la medida tradicional de desigualdad) disminuyó de 0.45 en 2018 a 0.43 en 2020. Esta disminución es tremenda: equivale a que México pasara de ser un país tan desigual como Camerún en 2014, a ser tan desigual como Estados Unidos en 2019.
El problema con los datos celebrados por AMLO es que la Enigh no es la mejor fuente para medir la desigualdad porque es una encuesta.
En las encuestas los pobres tienden a inflar sus ingresos y los ricos a encubrirlos. Además, con frecuencia la muestra no incluye los hogares más ricos de México. Esto hace que, la Enigh solo capture poco más de 20 por ciento de los ingresos nacionales del país (de la Rosa et al. 2022). Por eso, los expertos concuerdan en que siempre es mejor usar datos corregidos como los presentados por el Consejo de Evaluación del Desarrollo Social (Evalúa CdMx 2020).
Con datos corregidos es evidente que con AMLO la desigualdad disminuyó, pero no porque los hogares más pobres ganen más, sino por la razón equivocada: porque todos los mexicanos ganan menos.
La pandemia volvió a todos los hogares más pobres y tocó con más fuerza a los hogares del top-10 por ciento. En 2018, 10 por ciento de los hogares más pobres de México tenían ingresos mensuales totales de 3 mil 400 pesos y 10 por ciento de los hogares más ricos de 97 mil. Con AMLO, en 2020, los ingresos se redujeron a 3 mil 230 y 90 mil, respectivamente. Es decir, 5 por ciento para los más pobres y 8 por ciento para los más ricos.
Una caída de 5 por ciento afecta más a los hogares pobres que una caída de 8 por ciento a los ricos. Para los primeros la diferencia implica dejar de comer, para los segundos solo cortar unos lujos. Por eso, con AMLO, hay una mayor proporción de hogares viviendo en pobreza extrema que en 2018 (de 35.5 por ciento a 37 por ciento). En cambio, 300 mil personas entraron a las clases altas (Evalúa CdMx 2020).
Más aún, algo que AMLO no dirá nunca, pero que es verdad, es que las reducciones en los ingresos del top-10 por ciento más rico de México podrían estar afectando a la clase media porque la mitad de los hogares que se encuentran en el top-10 por ciento no son personas ricas, sino de clase media (Evalúa CdMx 2020).
Tampoco dirá lo más grave: que lo que redujo la desigualdad no fueron las acciones de su gobierno, sino la pandemia. Con AMLO, hoy los hogares del 10 por ciento más pobre reciben una proporción menor de los programas sociales, de lo que recibían en 2018. No hay medallas que AMLO pueda colgarse por ahora sobre reducciones a la desigualdad.
Lo que la disminuyó no fueron las acciones de su gobierno, sino la pandemia