Fin de verano en Jackson Hole
«Los elefantes dentro de las cacharrerías lo suelen hacer mal»
La semana pasada, en Jackson Hole hacía bastante buen tiempo. Allí estaban los principales banqueros centrales del mundo, entre ellos Jerome Powell, el presidente de la Reserva Federal de EEUU (Fed). Hace un tiempo estos señores decidieron bajar mucho los intereses, porque la economía estaba bastante chunguilla y había que «estimular el crecimiento», que era lo que se esperaba de ellos. Los bajaron y fabricaron muchos dólares. Y vino la inflación, cosa que todos sabíamos que se produciría; estimularon el crecimiento, pero quizá lo estimularon demasiado.
Ahora hay que frenar y hay dos procedimientos: uno consiste en pisar el freno sin miramientos y, a la vez, utilizar el freno de mano, con lo que el coche se para, derrapa y se queda mirando hacia adelante, hacia atrás o hacia un lado. A veces, vuelca. Otra posibilidad es frenar con cuidado, con lo que el coche acaba parándose, sin derrapes y sin vuelcos.
A juzgar por sus declaraciones, Powell quiere frenar con el freno de pie, el de mano y poniendo un par de bloques de hormigón delante del coche, porque ha anunciado que utilizará todas sus herramientas monetarias. Y si hay recesión, habrá recesión. Y si atajar la inflación trae consigo dolor a hogares y empresas, pues que se aguanten, hogares y empresas. Powell añadió que «estos son por desgracia los costes de reducir la inflación».
Yo pienso que estos son los costes de reducir la inflación que tú, Jerome, produjiste porque se te fue la mano y, obsesionado por llegar al 2 %, llegaste al 10. Y pienso que, si lo hiciste mal, ahora quieres que lo paguen los hogares y las empresas, o sea, todo el mundo pagando una mala actuación tuya.
Además, hay malas actuaciones que son malas por sentido común. Por ejemplo, querer subir en España ahora el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) tiene dos efectos: por un lado, para las empresas que tengan empleados a los que pagan el SMI porque no pueden pagar más, les hacen subir los sueldos (subida que va contra las cuentas de resultados y que no se sabe si la podrán aguantar). Por otro lado, para las empresas públicas, en las que el efecto negativo se compensará con impuestos o con aumento de deuda.
Subir las pensiones de acuerdo con el IPC irá bien a los pensionistas, que son muchos. Esos muchos pueden ser muchos votos. A cualquier partido le hacen ilusión. Como no hay dinero, esa ligazón al IPC irá a los impuestos. O sea, en Estados Unidos, Powell diciendo que, como se ha pasado, va a poner el freno y eso producirá «dolor» en los hogares y en las empresas. En España, subidas de sueldos y pensiones para mantener el poder adquisitivo, que también se puede decir producir la espiral inflacionista. Situación delicada que exige medidas delicadas.
PD: Los elefantes en las cacharrerías lo suelen hacer mal. Y si el elefante es el presidente de la Fed, hay que enseñarle a moverse con cuidado por la cacharrería o elegir otro animal más pequeño.