Mejorar al INE
La propuesta de reforma electoral del presidente López Obrador no pasará, a menos que se rompa la alianza opositora. Va a ocurrir lo mismo que con la reforma energética, muchos foros, mucho debate, pero a fin de cuentas no pasará, y no porque al INE y el tribunal electoral no requiera actualización, mejoras y funcionar en forma más eficiente y austera. Además de que debería considerar temas inaplazables como la segunda vuelta y migrar al voto electrónico, que ayudarían mucho a fortalecer la democracia.
La reforma que propone el gobierno federal, plantea la desaparición del Instituto Nacional Electoral y la creación del Instituto Nacional de Elecciones y Consultas (INEC) que sus miembros sean escogidos de una terna de 60 postulantes que serían propuestos 20 por el ejecutivo federal, 20 por el congreso de la Unión y 20 por el Poder Judicial.
También incluye una reducción de 500 a 300 diputados todos ellos plurinominales, es decir, todos serian electos en relación a la lista que presentaran los partidos políticos. La reforma propone desaparecer los Organismos Públicos Locales Electorales (OPLES) o los Institutos electorales estatales, porque muchas de sus funciones se duplican con el INE. Y finalmente se propone una reducción al presupuesto que los partidos reciben de subsidio en forma ordinaria, incluso en los años no electorales. Todo pareciera que es un acierto, ¿Quién se puede oponer a tener menos diputados y que los partidos políticos nos cuesten menos? Sin embargo, esa puede ser la trampa.
Insisto en que la propuesta de reforma no pasará, porque los partidos políticos nunca van a votar por algo que los afecte a ellos y sus intereses. Pero independientemente de eso, el INE necesita mejorarse, es un organismo que nos ha dado certeza a las elecciones de México, a pesar de la gran desconfianza que en el pasado generaban las elecciones. Al INE hay que optimizarlo y reforzarlo. No caigamos en la trampa de la narrativa del gobierno, donde se ofrece ahorros y reducción de diputados, porque lo que se busca no es su mejora, sino desaparecerlo, para luego crear otro organismo que esté capturado por un solo partido. Eso ya lo vivimos.
Insisto en que la propuesta de reforma electoral no pasará