Serena sigue de pie en Nueva York
US Open. Alentada por el público, eliminó a la segunda sembrada y garantizó un partido más en su carrera
En el que será con toda probabilidad su último Abierto de Estados Unidos, Serena Williams está decidida a pelear con todo en cada partido y lo demostró este miércoles con una gran victoria por 7-6(4), 2-6 y 6-2 ante la estonia Anett Kontaveit, número dos del ranking WTA.
A sus 40 años y con 23 trofeos de Grand Slam brillando en sus vitrinas, Serena sigue dando muestra de su incansable espíritu competitivo y retrasó el adiós al tenis que anunció semanas antes del comienzo del Abierto estadunidense, sugiriendo que se retiraría tras este torneo.
De momento, Serena celebró su victoria número 367 en un grande, confirmándose intratable en las rondas iniciales de estos torneos, en los que solo cayó dos veces en su larga y exitosa carrera, contra su hermana Venus en 1998 en Australia y ante la española Garbiñe Muguruza en Roland Garros 2014.
Alzó las alas
La estadunidense de 40 años alzó las alas otra vez teniendo el aliento ensordecedor de un estadio Arthur Ashe a su máxima capacidad, como ocurrió en la primera ronda hace dos días.
Serena puede llamarlo “evolución” o “retirada” o lo que ella quiera. Y puede ser tímida a cerca de si este US Open marcará o no el final de sus días como jugadora. Si sigue jugando así, ¿quién sabe cuánto durará esta despedida?
Tenista
No importa lo que suceda una vez que termine su viaje en Flushing Meadows, lo que se demostró anoche es que Williams todavía está presente, todavía es capaz de jugar un tenis excelente, sigue ganando y, alentada por el público, ella está lista para más.
“Todavía me queda un poco”, dijo Williams con una sonrisa durante su entrevista en la cancha.
“Esto es lo que mejor hago”, agregó. “Me encantan los desafíos y estoy a la altura de éste”.
Después de vencer a Danka Kovinic, 80 del ranking mundial, en sets seguidos el lunes, y obtener su victoria número 23 en sus últimos 25 partidos contra alguien clasificado No. 1 o No. 2 contra Kontaveit, la seis veces campeona en Nueva York jugará el viernes por un lugar en la cuarta ronda. Su oponente será Ajla Tomljanovic, australiana de 29 años.
Disfruta su momento
Cuando se le preguntó cómo lo estaba haciendo hasta ahora, Serena respondió con una carcajada: “Bueno, soy una jugadora bastante buena”.
Después de ganar un apretado primer set, y de fallar un poco en el segundo, se dirigió al vestidor para tomar un pequeño descanso antes del tercero.
Cuando se reanudaron las acciones, fue Williams quien elevó su nivel y emergió como la mejor jugadora. Tal como lo ha hecho tantas veces, en tantos escenarios, con tanto en juego.
“Solo soy Serena. Después de perder el segundo set, pensé: Oh, Dios mío, mejor hago mi mejor esfuerzo porque esto podría ser todo”, dijo Serena, seguramente haciéndose eco de los pensamientos de cada una de las personas que prestan atención.
“Soy súper competitiva. Honestamente, solo lo estoy viendo como una ventaja. No tengo nada que probar”, dijo, lo cual es cierto. “Nunca llegué a jugar así, desde el 98, en realidad. Literalmente, tengo una 'X' en la espalda desde 1999”, el año en que obtuvo su primer título de Grand Slam en el Abierto de Estados Unidos, a los 17 años.
“Esto es lo que mejor hago. Me encantan los desafíos y estoy a la altura de éste”
“Después de perder el segundo set, pensé: Oh, Dios mío, mejor hago mi mejor esfuerzo porque esto podría ser todo”
Serena Williams