“Los hechos nos cambian como seres humanos”
Levantamuertos mira el encuentro cotidiano con la muerte en el norte del país, una muerte que no tiene que ver con el crimen organizado
Decir que en Mexicali el calor es mortal no es una exageración. Las altas temperaturas son todo un tema y para los habitantes de la región son más agobiantes que la migración y el narcotráfico. Con el propósito de desmarcarse de los estereotipos, Miguel Núñez filmó Levantamuertos, una comedia en la que cuenta la historia de Iván (Daniel Galo), joven entrenado en las instalaciones del forense para recoger todo tipo de muertos, no nada más los ocasionados por el crimen organizado.
Levantamuertos rompe con los temas predominantes de las ciudades fronterizas.
Quería hacer una película sobre Mexicali, una de las ciudades más calientes del país. No me interesaba caer en el lugar común de la migración o el narcotráfico; preferí enfocarme en quienes mueren a causa del calor. Eso me llevó a entrevistar a quienes trabajan recogiendo los cadáveres en el Servicio Médico Forense. Una vez definida la idea, adapté un fragmento de una obra de Ángel Norzagaray, lo que dio pie al personaje de Rosa, la contraparte del protagonista.
Dicen que cuando la violencia se apropia del lenguaje ya se apropió de todo. El concepto del término “Levantamuertos”, casi por acto reflejo, remite al crimen organizado.
Por lo mismo, no me interesaba abundar en la violencia a la que estamos expuestos. Por eso busqué otro tipo de muertes. Si te soy sincero, al entrevistar a trabajadores del Forense descubrí que el crimen organizado no es la principal causa de muerte; hay otras circunstancias.
En la historia vemos al protagonista al borde de la muerte, si no suya, sí de quienes lo rodean.
La película remite constantemente a la muerte. Primero por su trabajo, pero después en lo personal. Al final se emociona cuando, entre unos cuerpos tirados, descubre que un sujeto está vivo. Su emoción va más allá de si es un delincuente o no.
¿En el norte predomina el estigma del narcotráfico?
Aunque al final lo toco de manera tangencial, creo que existen otras cosas y hay elementos más allá de lo que vemos todo el tiempo. El migrante y el narcotráfico están sobreexplotados en el cine. Por eso Levantamuertos es un filme localista. Esto me permitió darle un carácter único a la película.
¿Sobreexpuesto el tema del narco?
Tanto en las películas como en las series de televisión. Sin duda es un tema existente, pero en los medios se ha puesto de moda. No niego que exista y tampoco se trata de decir que vivimos en un paraíso, pero hay otras formas de mostrar al ser humano en situaciones límite.
El humor es un rasgo importante en la película.
Fui consciente del humor hasta que confronté la película con el público. En términos de dirección tuve mucho cuidado de que el humor y las situaciones fueran reales. Hay quienes me comentan que les parece increíble que la gente se manifieste ante la CFE por los altos precios de la luz. En tiempo de calor la tarifa puede alcanzar hasta dos mil pesos y si a alguien se la cortan, se puede morir.
Plantea a su protagonista como un personaje en permanente búsqueda e incompleto. ¿Por qué?
Es un joven al que le falta algo. Quería mostrar el desarrollo de un personaje al que durante la historia le suceden cosas que le mueven el tapete. Todo ello contribuye a una transformación. Al final, creo que la película trata sobre la manera en que los hechos nos cambian como seres humanos.
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