Transparencia ante todo
El bailarín y coreógrafo Diego Vázquez ha creado el programa Más cerca en colaboración con La Leget, agrupación fundada y dirigida por él, y la Compañía Nacional de Danza. El programa contempla la reposición de algunas obras, así como el estreno de Quizá esta vez... a cargo de la primera bailarina Mayuko Nihei.
A través de once años de trabajo creativo, Diego Vázquez plasma no solo una pulcritud técnica y una sentida investigación del espacio y el movimiento para construir el estilo bello y atlético que caracteriza sus coreografías; también se ha ocupado de temas profundamente humanos e históricamente vigentes: la identidad, los afectos y el perdón, aspectos que han sido objeto de estudio y reflexión en múltiples ramas del arte y el pensamiento y que, a decir del coreógrafo, podrían encontrarse más cerca de lo que podemos imaginar. Por ello es que Diego Vázquez propone una serie de temas cuya reflexión podemos abordar a través del lenguaje que entabla la danza.
Los trabajos del coreógrafo suponen una respuesta a la emergente necesidad de repensar la danza contemporánea y representan una vía exitosa para vincularla con la exigencia técnica del estilo clásico. En las piezas de Diego Vázquez, el espectador se encuentra y refleja con diversas inquietudes universales, emotivas y filosóficas, representadas en un discurso claro y muy bello, y nos obsequian un camino grato para transitar por emociones y pensamientos que no siempre resultan sencillos, pero que aligeran su densidad al revestirse del goce de los cuerpos y trazos pensados por el creador, y generalmente muy bien ejecutados por los intérpretes.
He tenido la fortuna de ver trabajar a Vázquez y rescato, como último elemento de este ensayo sobre su obra, la preocupación por una dirección escénica de la que pocos coreógrafos se ocupan. Generalmente, los creadores enfocan su dirección en la corrección de los trazos o en la precisión del movimiento pero pocas veces atienden la necesidad de los ejecutantes de entender lo que subyace en la obra: la historia, el discurso. Con Vázquez es evidente la claridad con la que los ejecutantes interpretan las piezas, pues detrás hay un trabajo de dirección integral.
Quizá en eso radica el éxito que tiene el coreógrafo al abordar temas profundos pero que no se distancian del público: no son discursos crípticos sino transparentes.
Las obras que suman el programa del próximo 16 de agosto en el Palacio de Bellas Artes son la reposición de Clean Slate, Pendiente, en colaboración con la bailarina curazaleña Faizah Grootens, cuyo trabajo tanto técnico como interpretativo vale la pena admirar, y finalmente Image.jpg con la creación sonora original de Rogelio Sosa.
El de Diego Vázquez es un trabajo digno de verse por el goce estético que supone, y por la ruta que traza para crear con ideas sólidas y claras. “Quizá esta vez mi esperanza me sostendrá”.
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