“La gente que se preocupa tiene una vida más larga”
Aquí sigo documenta la vejez plena sin moralina ni sentimentalismos
¿Cuál es el sentido de la vida cuando se rebasan los noventa años?
Aquí sigo, de Lorenzo Hagerman, presenta los testimonios de un conjunto de ancianos de diversos países. A ratos divertido y a ratos melancólico, el documental evita el discurso moralista y se enfoca en una emotiva aproximación a lo que implica la vejez y el disfrute de hasta el último segundo del día.
¿Por qué hacer un documental sobre la longevidad? Fue un proyecto muy afortunado porque los productores ejecutivos me dieron carta blanca para hacer un documental sobre la longevidad, tema que me interesa porque hace pensar en el final de la vida y en las implicaciones de rebasar el promedio de edad y asumir, como decía mi bisabuela, que uno vive horas extra. ¿Desde el principio tuvo claro que el punto de vista sería el de los ancianos?
Sí, porque son gente que se entrega a la vida de una forma muy particular. No se ahogan en problemas. No quería hacer un documental al estilo Guinness Records sobre los más viejos del mundo, ni hablar con doctores que explicaran el deterioro del cuerpo con el paso de los años. Me interesaba mostrar a quienes lo viven en carne y hueso para aprender de ellos.
La película tiene una dimensión de crítica social dado que vivimos en una sociedad que jubila a la gente a edades cada vez más tempranas.
A la gente mayor no se le toma en cuenta, incluso en la familia. Creemos estar tan ocupados que pasan desapercibidos ante nosotros. Una película tiene muchas capas discursivas, y una era precisamente esa. Sin embargo, es sorprendente ver que siguen al día y no solo eso: por la perspectiva que les da el tiempo ven los problemas desde otros ángulos.
No deja de ser paradójico que la ciencia busque ampliar la expecta- tiva de vida, a la vez que el sistema económico y político ofrece menos posibilidades a los adultos mayores.
Sin hacerlo de manera directa, la película aborda el crecimiento exponencial de esta población. Los sistemas de salud y la calidad de vida son mejores. El problema es que los gobiernos no están preparados para sostener a una población que deja de trabajar a los 60 o 65 años y vive 40 más. Sabía que esto brotaría en un momento. Por eso, mientras escribí el proyecto, me reuní con doctores e investigadores, y todos coincidieron en que esta es la mayor preocupación.
Otra forma de leer Aquí sigo es como una celebración de la vida.
Mis personajes están enteros porque se mantienen activos, no importa si están jubilados. Al escribir la película me apoyé en una investigación de la Universidad de Harvard. El proyecto dio seguimiento durante 80 años a cerca de mil 500 niños para observar qué elementos de la personalidad te llevan a la inteligencia. El director murió, sus alumnos siguieron y años después un equipo especialista en longevidad encontró los resultados. La investigación desmitifica que los estresados vivan menos; es al revés. La gente que se preocupa más tiene una vida más larga porque con tal de salir adelante se mantiene más activa. Era importante descubrir qué elementos de la personalidad se repiten entre la gente mayor y vital, y encontré elementos indirectos como el gusto por la música o el baile.
¿A través de la película se filtró una preocupación personal sobre la vejez o la muerte?
No tengo ninguna preocupación por la vejez o la muerte. Me enganchaba observar cómo superamos el final de los ciclos, por eso el título: Aquí sigo.