Resistencia al vacío
Del 3 de febrero al 15 de abril, la Casa Luis Barragán hospeda Parameters, la primera —aunque parezca inverosímil— exposición en la Ciudad de México del estadunidense Bruce Nauman (1941), uno de los artistas más influyentes del hoy tan sobado arte conceptual.
La experiencia —previa cita— es una visita obligada para los más jóvenes, quienes descubrirán en los cinco videos proyectados en televisores de “antes” un ejemplo del conceptualismo inteligente. Nauman es un creador muy bien formado (estudió matemáticas y arte) que profundiza en el performance con disciplina, técnica y curiosidad. Le importa el proceso y el gesto, los explora con meticulosidad como se observa en estas piezas que, además de citar a la historia del arte, son producto de una investigación sobre la relación cuerpo-espacio.
Es un deleite observar y experimentar corporalmente el diálogo entre las obras de Nauman y Barragán. Un enfoque curatorial atinado, ya que el norteamericano considera que la arquitectura es una forma de la escultura; de esta manera, su trabajo se integra plácidamente a los espacios diseñados por el jalisciense con la misma expansividad que lucen, por ejemplo, los cuadros de Mathias Goeritz.
En estos videos, en blanco y negro y de una hora, Nauman se asume una escultura sin rostro (las tomas siempre eluden la cara) y vive el espacio. Inspirado en un performance anterior, para WallFloor Positions (1968), se graba ocupando distintas posiciones entre el muro y el suelo, ciñendo su cuerpo al área. Si bien estas obras proponen un ejercicio corporal intimista, como se ve en Walk with Contrapposto (1968), para la cual él mismo construyó un corredor estrechísimo y largo donde grabó su caminar imitando poses típicas de la escultura renacentista, la experiencia del espectador se vive hacia fuera, tal como Barragán lo propone. El visitante transita de un pasillo angosto a una habitación que se expanden a la vista y a la vivencia en sí.
Los lugares elegidos subrayan la intención de Nauman quien, por cierto, aprobó los puntos de exhibición de los televisores, que vestidos de esculturas dan gravedad al contenido, como se siente en Slow Angle Walk (1968), inspirado en Samuel Beckett. Nauman repite ciertos movimientos y, al igual que en Pacing Upside Down (1969), inventa su propio Quad.
La obra de este conceptualista dentro de la arquitectura de Barragán hace que, como solicitara Beckett, cruja el espacio. Lo que observamos es la “resistencia dentro de ese vacío”.