Empáquese y llévese
La colectiva Notas para una educación (económico–) sentimental, que se presenta en el Museo Universitario del Chopo, exhibe una de las problemáticas en el hacer —que no quehacer— artístico de hoy. Y no precisamente respecto al cómo los creadores se acercan e investigan un tema, sino al cómo los curadores recurren a los artistas para ilustrar sus propuestas.
El espectador tiene que conformarse con ver los ejercicios que resultan de estas colectivas integradas por productos mandados a hacer para cumplir con los puntos expuestos por el curador. A diferencia de las antologías, en las que se subraya el enfoque del antologador, en el caso de este tipo de muestras el curador se esconde detrás del (su) concepto. En las literarias se ataca al antologador (siempre faltará algo o sobrará todo); en las colectivas de artes plásticas, la crítica la reciben los artistas.
Las “producciones” de los siete artistas emergentes elegidos por Julio García Murillo, curador practicante de la museología radical, expresan “la tensión entre diferentes representaciones de la economía contemporánea con algunas configuraciones afectivas propias del alto capitalismo, representaciones cuya articulación conceptual y formal genera una crítica a sistemas de producción económicos y políticos”. Lo que se ve es que los convocados hicieron lo que pudieron para cumplir con los requisitos. Y si no es así, eso parece, aunque en su obra se intuyen las ganas de crear.
En Estudio sobre el estatismo, Omar Bocanegra reutiliza huacales y con el uso de motores eléctricos crea un movimiento que evoca la pieza de Rebeca Horn Concert for Anarchy, aunque en la cédula se resalta el significado consumista del traslado de mercancías perecederas y la industria trasnacional, sobre la capacidad del autor para resolver plásticamente una idea y su conexión con una historia del arte que, aunque se niegue, nos arropa.
Estirpes, de Natalia Millán, plantea una línea de producción visualmente decorativa que, como papel celofán, cubre el potencial de la artista. En la instalación de Carmen Huízar, Aquí va a una fiesta un pastel Sanborns (nueva colección de pintura para conocido museo privado), las cajas de cartón citan directamente a la caja Brillo de Andy Warhol. Por fortuna, las siete piezas exhibidas, a pesar de los esfuerzos de la curaduría, dejan entrever la mano y la inteligencia de estos jóvenes artistas que deberán seguir más sus propios procesos que alinearse a los conceptos de otros.