Milenio - Laberinto

Sonámbulos en Torreón

- ROBERTO PLIEGO robertopli­ego61@gmail.com

Con Eros díler (2012), su primera novela, el narrador coahuilens­e Nazul Aramayo se instaló en esa zona donde el narcotráfi­co arriesga preguntas y ofrece respuestas exclusivam­ente literarias. Descreía de las invectivas sociológic­as, o apenas descriptiv­as, para crear ambientes que a partes iguales representa­ban el infierno y el paraíso del consumo de drogas. Con La Monalilia y sus estrellas colombiana­s ha vuelto a erigir un mundo al que se ingresa con facilidad pero del que resulta muy difícil salir: el de los amores y los lazos afectivos destinados a correr hacia la alcantaril­la.

Sus seis relatos apelan a una cotidianid­ad maldecida por el desempleo, la ausencia de futuro, el sexo bajo riesgo, la adicción a la piedra, la ruina sentimenta­l y la fealdad urbana. Transcurre­n en el ámbito de la familia o de la mala vida en pareja y llevan hasta el límite el desencanto por lo que significa haber nacido y luego irla pasando en Torreón y sus alrededore­s. Estamos, pues, en lo que hemos dado en llamar el “Norte”, ajeno sin embargo a la guerra entre narcotrafi­cantes o a las hordas coléricas que han sustituido al Estado. Quiero decir que la violencia no está “allá afuera” sino “ahí dentro”, entre cuatro paredes, en la sala o la cochera donde humea la carne asada o en el colchón manchado de toda clase de excrecenci­as.

La Monalilia y sus estrellas colombiana­s atrae a una corte variopinta de marginados que protagoniz­an más de un relato. Son desechos de la maquila y de una ciudad que “ha terminado como la conocíamos. Mañana despertare­mos hambriento­s y solteros. Crudos también pero sobrevivie­ntes y listos para beber el caldo de cualquier esfínter”. Lesbianas, jotos, metaleros, vaqueros, cholos, travestis, promiscuos y estafadore­s, sirven a una obsesión devoradora, destructor­a, que basta para imponer una sensación de parálisis. Beben, cogen, aspiran y vuelven a coger pero lo hacen en un estado de sonambulis­mo que remite en mucho al teatro de marionetas. Creen actuar libremente cuando en realidad esa madre con herpes que es Torreón manipula los hilos.

“Pienso que el infierno es un punto en el prepucio que evoca nuestros mejores momentos a punta de chaquetas”, dice uno de los personajes antes de recibir la noticia de que será padre. De este tamaño es la cínica amargura que transmite Nazul Aramayo. ¿No será ésta la postura a la que debería aspirar la narrativa que proviene del Norte para dejarse de una vez por todas de empistolad­os y descuartiz­ados y policías con dos caras y novelistas frustrados que se meten a resolver crímenes e injusticia­s?

 ??  ?? LA MONALILIA Y SUS ESTRELLAS COLOMBIANA­S Nazul Aramayo Fondo Editorial Tierra Adentro México, 2017
LA MONALILIA Y SUS ESTRELLAS COLOMBIANA­S Nazul Aramayo Fondo Editorial Tierra Adentro México, 2017

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico