“Humboldt fue un ecologista visionario”
Humboldt en México, la mirada del explorador es una travesía geográfica y espiritual
Científico, viajero intrépido y controvertido explorador. Alexander von Humboldt (1769–1859) fue eso y más. Visitó México entre 1803 y 1804. Aquí encontró una riqueza natural que potenció su trabajo como investigador. No obstante, alrededor suyo pesan prejuicios que opacan su influencia. Con el fin de reivindicar al viajante europeo, la documentalista Ana Cruz filmó Humboldt en México, la mirada del explorador, que ya se exhibe.
¿Cuál es la vigencia de un personaje como Humboldt?
Es un personaje al que la historia no le ha hecho justicia. Nuestro país atraviesa situaciones de las que Humboldt habló hace 200 años. Fue el primero en pensar en la globalización de la biodiversidad, una especie de ecologista visionario. Supo señalar las contradicciones sociales. No en balde llamó a México el país de las desigualdades. Dos siglos después vemos que siguen los contrastes.
Sin embargo, su película se centra en su aspecto científico.
Fue un científico muy riguroso. Corrigió los mapas que existían de la Ciudad de México y del país en general. No obstante, me interesaba compartir su goce por el conocimiento. Humboldt sabía que es un placer en sí mismo: descubrir algo era una especie de catarsis.
Aunque su fama es más como viajero que como científico.
Cierto, para él la vida misma es un viaje y ése es el espíritu de mi documental. El cine funciona para explorar la vida e ir con una mente sin prejuicios.
En esta lógica, el road movie era ideal. La narrativa de trayectoria literaria o cinematográfica es un recurso extraordinario. Una película busca, dramáticamente, que su protagonista salga de un lugar y que durante su trayecto se transforme. Humboldt sale de Europa con los ojos abiertos y hambriento de cosas nuevas. Sus apuntes sobre botánica, los volcanes o los yacimientos de plata en la Nueva España son importantísimos. El director del Jardín Botánico de Berlín, donde están las 900 muestras botánicas que Humboldt se llevó de México, reconoce que es imposible entender la geografía de las plantas sin estudiarlo. Más allá de describirlas, Humboldt analiza el contexto y hace un mapa de sus características.
Por eso busca reivindicarlo.
Más que reivindicarlo quiero poner sobre la mesa el hecho de que Humboldt fue injustamente juzgado. Se dice que le dio información confidencial a Jefferson, quien a partir de sus mapas concibió la invasión a México. Quizá sea cierto porque sus investigaciones eran muy precisas, pero, como dice Jaime Labastida, el científico no es responsable del buen o mal uso que se haga de su información. A mí, por el contrario, una de sus facetas que más me seducen es la de compartir el conocimiento. Representa un parteaguas en términos de difusión y divulgación de la ciencia. Un ejemplo es Cosmos, su gran obra, donde recuerda los momentos más significativos de su visita a la Nueva España.
¿Pesó en su contra su condición aristocrática?
Salió de Alemania muy joven. Comenzó a viajar a los 19 años, de modo que siempre fue un desarraigado. Alexander pidió a su hermano Guillermo la parte de su fortuna en efectivo para viajar. Sin duda esto puede parecer contradictorio, pero estas complejidades lo hacen un personaje fascinante. Podía ser un aristócrata alemán–prusiano, pero a la vez un hombre liberal y simpatizante con los valores de la Revolución francesa.