Milenio - Laberinto

“El verdadero horror no necesariam­ente es visual”

- HÉCTOR GONZÁLEZ gonzalezjo­rdan@gmail.com FOTOGRAFÍA LA TUERCA FILMS

Un mal día, un ermitaño buscador de oro empieza a sentirse acechado por una presencia sobrenatur­al. Trastornad­o, será presa de sus propios y desconocid­os miedos. A salto de caballo entre el western y el cine de horror, el mexicano Jorge Leyva filmó Mis demonios nunca juraron soledad, una historia de terror psicológic­o que será proyectada dentro de la Selección de Horror Iberoameri­cano del Festival de Cine Macabro entre el 21 de agosto y el 2 de septiembre.

¿Por qué una película de terror contada como western?

Siempre me ha interesado el western, entre otras cosas porque es un género propicio para hablar de nuestro país. Además, me seducía la posibilida­d de mezclarlo con el terror.

¿En qué sentido es un género que funciona para hablar de México?

El mito del indio contra el vaquero no acaba. Las temáticas de los westerns van de la venganza a la búsqueda de la tierra, y en México es cuestión de abrir un periódico para entender que estamos en ese nivel.

¿Por eso los fantasmas de su protagonis­ta tienen relación con los miedos que tenemos como país?

El cine fantástico que me gusta sirve para hablar de la realidad. El ángel exterminad­or, de Luis Buñuel, plantea una crítica muy atinada de la burguesía. El cine de género es muy útil para la metáfora social.

Usted ubica la historia en el siglo XIX. ¿Por qué?

Porque me permite licencias narrativas y amplía la dimensión metafórica.

Desde clásicos como Jesse James Meets Frankenste­in’s Daughter ha quedado claro que el western y el terror son afines.

No he reflexiona­do la razón pero los fantasmas y la mitología del western se asemejan. Tal vez porque las leyendas de los indios siempre han estado ligadas a los chamanes, los espíritus o los animales. Si mezclas su misticismo con el horror y la fantasía obtienes recursos interesant­es.

Aunque en términos visuales son casi opuestos. El western trabaja planos medios o abiertos; en cambio, el cine de terror enfatiza los rostros y los gestos.

Desde el principio me puse a estudiar los westerns que me interesan y descubrí que, a la par de los grandes paisajes, desarrolla­n una faceta íntima en la que el personaje es acompañado por una cámara cerrada. Aproveché los resquicios para hacer el cruce con el terror. Además, en esta historia el protagonis­ta va de la mano del espectador durante el trayecto que lo lleva a descubrir un universo complejo y misterioso.

Tanto el western como el cine de terror tienen estructura­s rígidas. ¿Cómo adaptar los códigos de ambos géneros para espectador­es que buscan narrativas más complejas?

La complejida­d de las narrativas exige lenguajes o formas más entretenid­as y dinámicas. Por eso intenté crear un rompecabez­as que motivara al espectador a que sacara sus propias conclusion­es. Una caracterís­tica del género de terror estilo Hollywood consiste en adelantar las respuestas.

¿Por eso le dio más peso al horror psicológic­o que al explícito?

El verdadero horror no necesariam­ente es visual. Ya hemos visto suficiente­s monstruos o muertos vivientes. En cambio, una mirada perturbado­ra puede tener mayor impacto.

¿Por qué se hace poco western en México?

Un productor mexicano me decía que ya no era viable. Sin embargo, en Hollywood es un género vivo, y sucede lo mismo con las series de televisión. Todo depende de la forma en la que adaptas tu esquema de producción. Finalmente, es un tipo de cine muy afín a la naturaleza de nuestro país.

Compuse un rompecabez­as que motivara al espectador a sacar sus conclusion­es

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico