“Me interesa el cine narrado por la imagen”
¿Qué pasaría si el asesino de Luis Donaldo Colosio hubiera salido de prisión 20 años después del atentado? ¿Cómo es que un ejemplar policía se convierte en asesino a sueldo? ¿Qué hace una homeless estadunidense en México? Los resortes de la violencia son los hilos que unen las tres historias de Mente revólver, la fronteriza ópera prima de Alejandro Ramírez Corona.
¿Cuál es la anécdota que detona Mente revólver?
Fui de visita a Tijuana y me enamoré de la ciudad. Además, se cruzó en mi camino una investigación sobre Mario Aburto, un personaje trascendente en la historia de México pero a la vez muy de tercer plano. Descubrí que tenía 23 años cuando mató a Colosio y que era un maquilador. Es un personaje con elementos muy cinematográficos. Ahí mismo encontré la historia de un policía municipal que se convierte en asesino a sueldo y de una homeless norteamericana perdida en México.
Mario Aburto da por sí solo para una película. ¿Por qué añadir dos historias más?
Es mi primera película y me quería comer el mundo. Hilar tres historias me parece un reto, es como armar un rompecabezas equilibrado y más si intentas mantener el delirio mental de tus personajes a lo largo de toda la película.
La frontera, además de la referencia física, tiene un carácter simbólico.
Cada uno de los personajes está dispuesto a cruzar una frontera emocional y a salirse de su círculo mental.
A partir de ser violentados y violentar su entorno.
Los tres reflejan una violencia que no solo tiene que ver con las armas, sino con la opresión y la falta de posibilidades de resolver la vida de una manera positiva. En este sentido, Mario Aburto representa la opresión máxima de un sistema. Quería hablar de la violencia pero a partir de un perfil más psicológico y opresivo.
En la historia de Mario Aburto plantea la hipótesis de un escape.
La tomé de una nota que leí en el periódico. Se hablaba de una posible salida de Mario Aburto, dado que, si bien está condenado a 40 años de prisión, la ley le brinda la opción de que por buen comportamiento le quiten un día de condena por cada uno cumplido. Es decir, al cabo de 20 años podría alcanzar su libertad. Sumándome a la tradición de ficción histórica de directores como Felipe Cazals o Tarantino, quería mostrar situaciones que podrían parecer de fantasía pero que tienen una fuerte conexión con la realidad.
¿No le preocupa que la película termine encasillada en Mario Aburto?
Tomaraunpersonajecontantopesocomo él representa un riesgo y asumo que crea expectativas. A nivel internacional no he tenido ningún problema; las tres historias se han leído muy bien porque más que enfocarme en datos precisos mecentréenlainvestigaciónemocional de alguien con esas características. En México se le puede ver de diferente manera, lo entiendo y es parte del aprendizaje. Alfinal,toméelpersonajehistórico para interpretarlo libremente.
¿Por qué narrarla con pocos diálogos?
Me interesa el cine narrado por la imagen y no por la palabra. Me gusta que el espectador se esfuerce por completar partes de la historia y que los textos no sean explicativos, sino un complemento de la imagen. Por eso el guión fue escrito en las locaciones. Quería captar la atmósfera de una ciudad como Tijuana y para eso necesitaba que el proceso creativo estuviera próximo a la realidad.
_
Me gustaría dar más peso al valor de la esperanza. Los artistas reflejan su época, pero también me parece importante mirar hacia una perspectiva más amable y no tan sumergida en la falta de salidas.
De cara a una segunda película, ¿qué haría diferente?
“Me gusta que el espectador se esfuerce por completar partes de la historia”