Milenio Laguna

¡Atrapen al comunista!

-

bre del cineasta sueco Ingmar Bergman.

Obviamente la disfruté como un auténtico depravado, pero hubo algo que me sacudió: enterarme de que Bergman había concebido ese proyecto como una miniserie de cuatro capítulos para la televisión de su país.

¿Y? ¿Qué tenía ese dato de especial? ¿Por qué me sacudió?

Porque me confirmó algo en lo que yo siempre había creído, algo que hubiera sido inimaginab­le en aquella época: la televisión es arte, la televisión y el cine se pueden tocar.

El tiempo me dio la razón. Hoy estamos llenos de series que no le piden nada a las mejores películas del mercado y de sagas cinematogr­áficas que han aprendido bastante bien del negocio de la televisión.

Pero en aquel entonces, en mi cerebro adolescent­e, la propuesta mediática de Bergman fue mucho muy importante.

Hoy, 33 años después, Pablo Larraín hizo exactament­e lo mismo que Ingmar Bergman pero al revés.

Primero nos regaló Neruda, esa prodigiosa película que a más de uno nos hizo llorar.

Ahora nos está dando Neruda, la miniserie. ¡Y es en cuatro capítulos! ¡El sueño de Bergman!

Lo que el cineasta sueco no puedo hacer con su obra capital, este joven artista sudamerica­no lo está logrando con esta historia sobre una de las persecucio­nes más fabulosas de todos los tiempos.

Por si esto no fuera suficiente, Pablo fue uno de los directores de Prófugos, esa gloriosa serie de HBO que tanto defendí en 2011. Una vez más la televisión y el cine se tocan. Una vez más la vida me demuestra que aquí también hay arte.

Neruda me mueve muchas cosas. ¿Se imagina cuántas no le va a mover a usted?

Esto, en una primera lectura, es la persecució­n de un comunista. Si, muy emocionant­e porque, obviamente, está inspirada en hecho reales.

Pero si vamos más allá descubrire­mos que es la persecució­n de la libertad, de la belleza, de la poesía, la lucha entre lo que existe y lo que no, entre lo efímero y lo eterno.

Y lo peor es que es salvajemen­te actual. Y no es que todos seamos Neruda. Es que, cuando mire esta obra lo entenderá: todos hemos sido escritos por Neruda.

Hay tantos momentos tan entrañable­s en esta miniserie tan llena de aportacion­es dramáticas, filosófica­s, políticas y audiovisua­les. ¡Hasta tenemos asuntos de diversidad sexual!

Gael es un Dios. Está sublime. Punto. Pero Luis Gnecco (Narcos) es el Dios de Dios. Neruda no pudo haber encontrado un intérprete más magnífico que él. ¡Bravo!

¿Qué va a hacer este fin de semana? No sea malo, luche por ver, además de Neruda, la película, Neruda, la miniserie en Fox Series y la app de Fox.

Algo me dice que este lanzamient­o es un regalo del destino para los tiempos que estamos viviendo. Algo me dice, insisto, que el público que estaba buscando arte ya lo encontró. ¿A poco no?

 ?? ESPECIAL ??
ESPECIAL
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico