Milenio Laguna

DEL CBGB AL COVADONGA TELEVISIÓN EN LA CDMX

Durante la séptima edición del Festival Marvin, la banda neoyorkina que redefinió el sonido del punk de los setenta realizó su primera presentaci­ón en México el sábado 20 de mayo

-

El piso más alto del popular salón ubicado en el número 121 de la calle Puebla esta vez no sirvió para oficiar un bautizo o llevar a cabo la presentaci­ón de un libro, tampoco sus pasillos fueron recorridos por clientes ávidos de compartir una partida de dominó o engullir una papa de cambray en escabeche a la espera del siguiente tarro de cerveza. El pronóstico para esa tarde arrojaba que dentro de las paredes de El Cova sucedería una especie de revelación para quienes, sumergidos en las entrañas del Rock & Roll, esperaban escuchar en vivo la voz de Tom Verlaine, el bajo de Fred Smith, la batería de Billy Ficca y la guitarra de Jimmy Rip. Sucedió. Ahí estaban, poco después de las veintiuna horas, iluminados por luces azules, verdes y rojas, los responsabl­es de elaborar el disco que obtuvo la posición 128 del ranking de “Los 500 mejores álbumes de toda la historia”, según la revista Rolling Stone, el afamado Marquee Moon, cuya principal caracterís­tica es haberle concedido al punk engendrado en Nueva York un ritmo limpio y ordenado con toques de jazz y psicodelia. Música ensamblada en pistas con hasta 10 minutos de duración, tiempo que contrastab­a con la rapidez extrema que encumbró, por ejemplo, a Los Ramones.

Tranquilos, con expresione­s relajadas y alegres, Television se alistó para tocar los primeros acordes de “Prove it”, Verlaine se soltó a hacer lo suyo y entonó “The docks, the clocks, a whisper woke him up/ The smell of water would resume… The birds/ They’re giving you the words/ The world is just a feeling” y el público les contestó sacudiendo su entusiasmo en forma de gritos y aplausos. Ésto, aunado a los efectos de la ola de calor que se ha posado sobre la capital, invitaba a los asistentes a abrir más las compuertas de su sed e intercambi­ar billetes por borbotones de alcohol y chela. El vapor de un porro de marihuana forjado a escasos metros del escenario fue la antesala del track número cinco del disco lanzado en 1977, “Elevation”. A esta sincronía de cuerdas entre Verlaine y Jimmy Rip, le siguió la icónica “Venus”, con la que lograrían hacer sentir a los fanáticos como al narrador de la canción: “dentro de los brazos de la Venus de Milo”. De los setenta pasaron a la década de los noventa y rememoraro­n el álbum Television de 1992, con “1880 or so”, pista con la que Verlaine retoma su quehacer poético.

Pasión por la que él y Richard Hell dejaron Delaware para conquistar la gran manzana con literatura. Acto que suplirían al formar su primera banda, los Neon Boys, al lado de Billy Ficca en 1972. Tiempo después Richard dejó la banda y comenzó un nuevo proyecto junto a Johnny Thunders y Jerry Nolan de los New York Dolls, pero, sin querer, habría dejado una aportación importante: el impacto de su apariencia. Misma que inspiró a Malcolm McLaren, ex mánager de Los Sex Pistols para conformar el estilo de Sid Vicious y compañía.

Después de ese guiño a su tercer álbum, siguieron con “Torn Curtain”, una de las piezas con los sonidos más melancólic­os del s. Tras ella fue el turno de “I’m gonna find you”, un single creado y presentado antes de su álbum debut. Interpreta­ción que continuó con una de las pistas más esperadas de la noche, “Marquee Moon”, MarqueeMoo­n fue lanzado bajo el sello discográfi­co de Elektra y su portada estuvo en manos del fotógrafo Robert Mapplethor­pe. los dedos de Verlaine sobre su guitarra se conectaron con los movimiento­s de Jimmy Rip entre las cuerdas, los riffs que resultaron sirvieron de compañía para la siguiente declaració­n “I spoke to a man/ down at the tracks and I ask him/ how he don’t go mad/ he said ‘look here junior, don’t you be so happy/ and for heaven’s sake, don’t you be so sad’”. Así, llegó el final de su presentaci­ón, alzaron sus manos y se despidiero­n, dejaron sus instrument­os y tras unos segundos en el que el público suplicó una canción más, el crew de Television volvió, solo para tocar “Friction” y dejar los corazones de los espectador­es en un álgido estado de palpitació­n. Poco a poco la pista se vació, ríos de gente iban hacia todas direccione­s, algunos se encaminaro­n a la barra, otros a la salida o a los sanitarios, unos más esperaron la presentaci­ón de Thieves Like Us, la noche no anunciaba un final con sabor a inicio.

Hilly Kristal, dueño del CBGB, no imaginaría que la oportunida­d que le dio a esa banda definida como Television en 1976 con Fred Smith y Richard Lloyd a bordo, al tocar “algo de blues combinado con jazz” en su bar, sería el primer peldaño de un legado conformado por la escena musical de un NY en decadencia. Ni que ellos inspiraría­n a bandas como Sonic Youth, Echo & the Bunnymen, Pixies, The Hives, David Bowie, The Rapture, R.E.M., U2, Yeah Yeah Yeahs o The Strokes.

Ahora el MarqueeMoo­n cumple 40 años y su banda sigue dispuesta a ir a contra corriente de lo establecid­o. Television, a pesar de haber hecho una gira con Peter Gabriel, de haber sido grabados por Brian Eno, de haber influido de manera directa el estilo de la madrina del punk y de haber otorgado uno de los mejores discos debut, no logró en su época conquistar las ventas en Estados Unidos o en Reino Unido, pero ahora, tal vez, cuando Tom Verlaine canta las estrofas de “Glory” hasta llegar a aquella que dice: “Cuando vi la gloria, ya no tenía ninguna preocupaci­ón”, podrá imaginar que la gloria no se limita a ser un éxito comercial.

 ?? FOTOS ESPECIAL ??
FOTOS ESPECIAL
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico