Temer ordena despliegue militar ante las protestas
El ejército custodiará calles de Brasilia luego de que opositores intentaron incendiar diversos edificios de dependencias públicas
El presidente brasileño, Michel Temer, acorralado por acusaciones de corrupción, ordenó ayer el despliegue del ejército en la capital ante una protesta masiva en su contra que acabó con violentos desmanes.
Los manifestantes causaron destrozos en edificios públicos y provocaron incendios en Brasilia, sobrepasando la acción policial. “En este momento ya hay tropas federales aquí, en el palacio de Itamaraty [cancillería], y ya están llegando tropas para asegurar la protección de los edificios ministeriales”, anunció por la tarde el ministro de Defensa, Raul Jungmann, y remarcó que la orden —31 mil 500 militares desplegados hasta el día 31— había sido tomada por Temer. La decisión es vista con mucha sensibilidad en un país que vivió bajo la dictadura militar entre 1964 y 1985.
Bajo el grito “Fora Temer”, la manifestación convocada por la izquierda y los sindicatos congregó 100 mil personas —de acuerdo con los organizadores— y fue, en su mayor parte, pacífica.
Pero jóvenes encapuchados atacaron varios ministerios y consiguieron prender fuego a una sala del de Agricultura. La policía reaccionó lanzando gases
La decisión es vista con mucha sensibilidad en un país que vivió bajo la dictadura militar
lacrimógenos y bombas de ruido.
Hay reportes de varios lesionados y la policía confirmó que uno de ellos por bala. Los manifestantes piden elecciones y el retiro de proyectos de reforma de las jubilaciones y de flexibilización de la legislación laboral.
Esta crisis se produce apenas un año después de la destitución por el Congreso de la mandataria de izquierda Dilma Rousseff por manejo cruzado del presupuesto. Temer, su vicepresidente que se distanció de ella, la reemplazó, con la expectativa de completar el mandato hasta finales de 2018.
La semana pasada se divulgó una grabación donde Temer estaría avalando el pago de un soborno a un ex diputado encarcelado.
El Supremo Tribunal abrió una investigación y la Fiscalía General acusa a Temer de obstrucción a la justicia, en una trama de una gran red de corrupción en torno a la empresa estatal Petrobras.