Corrupción puede desatar crisis epidemiológicas
En Brasil se triplicaron los casos de dengue porque cancelaron programas y “se gastaron el dinero en campañas políticas”, señala el ministro de Salud de Paraná
La corrupción en el sistema de Salud de Brasil desató una crisis de contagio de dengue al pasar de 590 mil casos en 2014 a 1 millón 649 mil personas infectadas en 2016, con tendencias al alza, sobretodo, entre los sectores más pobres y vulnerables, reconoció Michele Caputo, secretario de Salud de Paraná.
En 2016, agregó, de los más de 1.6 millones de infectados en Brasil, mil 569 presentaron dengue grave, 20 mil 329 síntomas severos, además de que en ese periodo fallecieron 863 personas y la enfermedad provocó una pérdida económica de mil 500 dólares por paciente considerando los 18 días de incapacidad laboral.
En el caso del estado de Paraná, añadió el secretario local, de agosto de 2015 a julio de 2016 se notificaron 56 mil 351 casos de dengue, 912 fueron clasificados como graves y 61 personas fallecieron.
Vacunas urgentes
Solo en Paraná, abundó, el impacto económico representó una pérdida económica de 84.5 millones de dólares (considerando los mil 500 dólares por cada paciente), por lo que debieron tomar medidas urgentes como la compra de 453 mil dosis de vacunas —cada una con un costo de 127 reales— para proteger a 399 municipios, sobre todo en 30 donde estaba descontrolada la epidemia afectando a niños, jóvenes y adultos. “Nos enfrentamos a un sistema de salud afectado por la co- rrupción y la crisis política en el país, porque no solo dejaron de hacer campañas para combatir el mosquito transmisor, sino que cerraron los hospitales, dieron vacaciones al personal de salud y brigadistas en plena temporada de brote epidemiológico. Se gastaron el dinero en campañas políticas, los alcaldes incompetentes no lograron reelegirse y ahora están sujetos a juicio”, señaló Caputo.
Por ello, comentó, cuando se convirtió en secretario de Salud comenzó de inmediato un programa intenso de vacunación para proteger a la población de Paraná de los cuatro serotipos del dengue.
La vacunación arrancó con las primeras dosis en agosto y septiembre de 2016, y la segunda etapa de la aplicación se hizo en marzo y abril de 2017. En septiembre concluirán con la tercera dosis requerida.
De acuerdo con Caputo, con esas acciones Paraná se convirtió en la primera entidad en América Latina que logra proteger a 93 por ciento de su población de contraer dengue grave, reducir hasta 80 por ciento las hospitalizaciones, y tener cero decesos a causa de la infección transmitida por el piquete del mosco Aedesaegypti.
“Se logró bloquear la circulación viral”, subrayó Caputo, tras reconocer que la efectividad de la vacuna es de 66 por ciento, pero eso representa proteger a dos terceras partes de los habitantes.
Sirve de ejemplo
Joao Bosco Siqueira, epidemiólogo de la Universidad Federal de Golás, explicó que Brasil es una muestra de lo que pasa cuando se baja la guardia en los esquemas de vacunación. Puede haber brotes de enfermedades, como la fiebre amarilla, que desde finales de 2016 ha propiciado a la fecha 759 casos de la enfermedad y 256 muertes, además de saturación en los centros médicos en busca de la inmunización. “Esto es un ejemplo de que es difícil predecir la circulación de algunos virus causantes de enfermedades transmisibles, especialmente aquellas propagadas por vectores (como el mosco) que también infectan con virus de dengue, zika y chikunguña. De hecho, puede transmitir a una sola persona dos, tres o cuatro enfermedades al mismo tiempo, aunque son casos muy raros”, puntualizó.
Bosco Siqueira también destacó que al inmunizar a una persona se protege de inmediato a las que están a su alrededor, lo que se conoce como protección de rebaño.
Los epidemiólogos e infectólogos reunidos en São Paulo consideraron que, si se extiende la campaña de vacunación a todo Brasil, será posible controlar el dengue en un lapso de cinco a 10 años. Pero advirtieron que, si se “baja la guardia” en Brasil y el resto de América Latina, puede haber brotes epidemiológicos que superen los 14 millones de contagios.
Además de la corrupción, otro enemigo a vencer “son los llamados naturalistas, que a través de las redes difunden sin sustento científico que las vacunas causan muertes”, concluyó Bosco Siqueira.
“Alcaldes incompetentes no lograron reelegirse y ahora están sujetos a juicio”: Caputo