MILENIO LA OPINIÓN LAGUNA RECUERDA A ELISEO BARRÓN A 8 AÑOS DE SU FALLECIMIENTO
Como periodista siempre fue una persona muy crítica. Era el periodista que siempre impulsaba a sus directores a innovar a ver la noticia desde otra perspectiva
El 25 de mayo de 2009, el periodista Eliseo Barrón Hernández, quien se encargaba de darle cobertura a la fuente policiaca, fue secuestrado en presencia de su familia, en el municipio de Gómez Palacio. Eliseo fue encontrado sin vida al día siguiente, en el ejido Eureka, con heridas de bala. Se convirtió en el segundo de tres periodistas asesinados en el país en ese año, los otros dos fueron Carlos Ortega Samper y Bladimir Antuna García.
La Procuraduría General de la República se hizo cargo del caso, el expediente fue PGR/Dgo/ GP/ 144/ 2009, las autoridades ofrecieron cinco millones de pesos a quien proporcionará información sobre los presuntos criminales. El jueves 11 de junio de 2009, 17 días después del crimen, el Ejército informó que había detenido a los asesinos.
Eliseo nació el 7 de noviembre de 1973, al momento de su muerte tenía la edad de 36 años, fue el quinto de siete hijos, su padre fue Adelaido Barrón Pérez y su madre María de Lourdes Hernández. Fue ingeniero de profesión y periodista por convicción
Fue en el periódico El Zócalo en la ciudad de Acuña, Coahuila, donde incursionó en el periodismo, laboró durante seis meses, después de
Sus compañeros de la empresa recuerdan al gran hombre, esposo y periodista
graduarse como ingeniero agrónomo. Posteriormente, trabajó como reportero y fotógrafo de la fuente policiaca en el Express y La Opinión en la ciudad de Torreón, por más de 10 años.
Sus compañeros de Milenio La Opinión Laguna señalan que Eliseo era un hombre sencillo, abierto y directo. “Era el bromista y el alma en la redacción, él llegaba y su saludo era para todos, siempre con expresiones muy del norte y de su rancho como él decía”.
Eliseo tenía espíritu alegre, un humor muy peculiar, era sarcástico y aguantaba la carrilla que se armaba en la redacción. Hombre de costumbres muy arraigadas, él adoraba su rancho, siempre hacía alusión a la vida de campo o de esas comunidades rurales donde la gente es franca, directa y honesta. Era muy auténtico, no tenía doble cara.
Sus compañeros coinciden que era muy receloso de sus fuentes, siempre fue un reportero muy dedicado, la fuente policiaca la tenía dominada, no era de las personas que esperaba el boletín de prensa, él siempre iba al lugar de los hechos a tomar fotos y recabar testimonios.
Como periodista siempre fue una persona muy crítica, dentro y fuera de la empresa. Era el periodista que siempre impulsaba a sus directores a innovar a ver la noticia desde otra perspectiva, tenía esa dualidad de ser crítico y de aportar soluciones o propuestas. Reportero de 24 horas, atento de los hechos noticiosos, trabajador, disciplinado, puntual, un “reportero de a pie”. Lo suyo eran las notas breves, directas, información pura, datos duros y precisos.
Comparten que Eliseo ha sido uno de los reporteros más queridos de la empresa, “llegó muy joven con poca experiencia, pero con muchísimas ganas de aprender”. Expresan que siempre fue un hombre orgulloso de sus orígenes en todo sentido, defendió ser ingeniero de profesión y periodista, sus raíces, siempre se sintió ser orgulloso de ser de rancho, además recordaba continuamente que él trabajaba en el Express y el gran tiraje del periódico.
“Eliseo fue un hombre muy enamorado, de la vida, de su familia, su trabajo, la religión y el deporte. Sus grandes amores fue siempre su esposa y sus princesas”.
Fue un padre ejemplar, adoraba a sus hijas, decía que él trabajaba para darles un mejor futuro a sus princesas, siempre comentaba que el mejor momento de su día era cuando regresaba a casa y abrazaba a sus mujeres; esposa e hijas.
Era bautista, respetuoso de las demás creencias y participaba en las celebraciones de su religión. Le encantaban los deportes, en especial el béisbol. A ocho años de su partida sus compañeros y personal de la empresa recuerdan al gran hombre, esposo y periodista que fue Eliseo Barrón Hernández.
Lo suyo eran las notas breves, directas, información pura, datos duros y precisos