Que fácil es olvidar
Parece que los problemas que se presentan en la vida en ocasiones son cíclicos, en muchos de los casos simplemente se repiten cada determinado tiempo o bien, se olvidan. Todavía recuerdo que en el gobierno federal pasado mes con mes subía la gasolina y con el actual, se vino el famoso gasolinazo, por el cual todos nos quejamos, hubo manifestaciones y los mexicanos realmente estaban molestos.
Pasó el tiempo, se tuvo que aceptar la medida y parece que todos contentos, ya que de nueva cuenta se volvió a la realidad, a pagar combustibles a precios más altos, los cuales también fueron culpables de que la canasta básica y no tan básica aumentara considerablemente.
También sucedió lo mismo con aquellos 43 jóvenes de la Normal de Ayotzinapa, ubicada en Tixtla, Guerrero, quienes fueran “desaparecidos” en la ciudad de Iguala, Guerrero. Parece que de ellos muy pocos son los que se acuerdan, como tampoco se acuerdan de quien fuera presidente municipal de Iguala, José Luis Abarca, de su esposa María de los Angeles Pineda y Felipe Pineda, quien fuera jefe de la policía municipal.
Los tres ya están encerrados, pero de los estudiantes que fueron noticia internacional nada se sabe. Hay que recordar que las detenciones de los exgobernadores Tomás Yarrington, de Tamaulipas y Javier Duarte, de Veracruz, fueron noticias “bomba” y al paso de los días, nuestro México lindo y querido ya se olvidó de ellos, esperando solamente la otra noticia, la de la detención de César Duarte, exmandatario estatal de Chihuahua. Han pasado sexenios tanto priístas como panistas y la historia ha sido la misma, el país continúa empantanado, la riqueza mal distribuida, mucha pobreza y al final no pasa nada, por lo que los expresidentes de México han pasado al olvido. Se han presentado grandes catástrofes en el país, terremotos, incendios, accidentes viales y cada determinado tiempo, se vuelven a repetir, por lo que son la noticia del día y con el paso del tiempo se convierten en historia.
Pareciera que vivimos en un país en el que no pasa nada y si alguien tiene malas acciones, el tiempo las borra, al fin y al cabo que los mexicanos las olvidan.