Estudios revelan que mejorar
La alimentación de los niños tiene un impacto en su desarrollo cognitivo, que se refleja en beneficios sustanciales de por vida
Este estudio histórico permitió a los investigadores hacer un seguimiento en 2011 de los dos grupos de niños, ahora adultos, para ver claramente las inmensas diferencias que había causado la nutrición temprana.
Encontraron que los niños bien nutridos eran mucho menos propensos a tener retraso en el desarrollo a los tres años. Permanecieron más tiempo en la escuela y desarrollaron mejores habilidades cognitivas. Como adultos, tenían más probabilidades de estar empleados y tenían menos hijos.
Tal vez lo más importante es que los niños que evitaron el retraso del desarrollo debido a una mejor nutrición en la infancia tienen ahora un asombroso 66 por ciento más de consumo doméstico, una impresionante mejora en la calidad de vida a partir de una intervención simple en la infancia.
A escala mundial, este gasto nutricional tiene mucho sentido. Proporcionar suplementos nutricionales a un niño durante sus primeros dos años a través de una mejora en el equilibrio de la dieta y la desparasitación cuesta aproximadamente 96 dólares. Sin embargo, el riesgo ligeramente menor de retraso en el crecimiento se traduce en un ingreso mayor cada año a lo largo de la vida laboral.
Al medir el ingreso total como si fuera un único pago realizado hoy, muestra un beneficio total de 4 mil 365 dólares. Cada dólar invertido en la nutrición de la primera infancia logrará globalmente alrededor de 45 dólares de beneficio en una amplia gama de países de ingresos bajos y medianos. Eso lo convierte en un uso realmente impresionante del dinero. Además, alimentar bien a los bebés también comienza un círculo virtuoso, con beneficios cada vez mayores para las generaciones sucesivas.
El año pasado, el Centro para el Consenso de Copenhague llevó a cabo un proyecto en profundidad que analizaba las prioridades para Bangladesh, examinando 76 oportunidades de desarrollo. Un panel de expertos de alto nivel, incluyendo un premio Nobel, concluyó que enfocarse en la nutrición debería ser una prioridad nacional.
Bangladesh ha tenido un éxito considerable en la lucha contra el hambre, pero hay más trabajo por hacer. El retraso del desarrollo afecta allí a alrededor de 6 millones de niños menores de cinco años, disminuyendo el desarrollo cognitivo y llevando a peores resultados de salud, desempeño escolar y productividad.
La investigación examinó programas para combatir la malnutrición al suministrar nutrientes y micronutrientes a niños y a embarazadas.
La investigación estimó que si estos suplementos fueran entregados a todos, el retraso del desarrollo bajaría de 36 a 29 por ciento, evitándolo en aproximadamente 450 mil niños.
Un proyecto similar de determinación de prioridades fue concluido a principios de mayo en Haití, utilizando la mejor investigación académica,