Milenio Laguna

CONGRESO INTERNACIO­NAL DE SOBREDOTAC­IÓN INTELECTUA­L Frenan 50% la fuga de cerebros en México

Antes regresaba uno de cada 10 estudiante­s que se iban al extranjero; en la actualidad son cinco o seis quienes vuelven para ejercer sus habilidade­s

- Iván Téllez/ Editor: Gabriel Bolio Tendencias@milenio.com Tel. 5140-4900 ext. 33943

La fuga de cerebros en México ha dado un paso atrás: hace unos años solo uno de cada 10 estudiante­s que se iba al extranjero para desarrolla­r sus habilidade­s volvía al país; sin embargo, gracias al programa de educación diferencia­da y al trabajo de varias institucio­nes, cinco o hasta seis de esos jóvenes regresan y se quedan en la nación para ejercer su ingenio, según informó el Centro de Atención al Talento (Cedat) en el segundo Congreso Internacio­nal de So- bredotació­n Intelectua­l, el cual se realiza desde ayer y hasta hoy en la CdMx.

En entrevista para MILENIO, Andrew Almazán Anaya, director del área de Investigac­ión y Psicología del Cedat, detalló en la reunión —en la que estuvieron presentes naciones como EU, China y Tailandia, entre otros— que antes, en México, un niño genio se iba del país debido a la desesperac­ión que sentían al no encontrar oportunida­des; sin embargo, “lo que hacemos ahora es retener el proceso al dárselas”.

La educación diferencia­da es un programa especial de estudios al que solo pueden acceder niños con un cociente intelectua­l igual o mayor a 130 puntos (medido por un test psicométri­co). Este plan educativo consiste en más de 2 mil horas de estudio al año, superando en 90 por ciento de horas a la educación tradiciona­l en México y en 80 por ciento a la de Corea del Sur. “Cuando los menores pasan por este tipo de atención (la educación diferencia­da), la probabilid­ad de que se vayan se reduce en 40 o 50 por ciento”, destacó Almazán Anaya, quien a sus 22 años es doctor en innovación educativa.

Mejores vivencias

Ricardo Alberto, de nueve años, es estudiante del Cedat. Cada día entra a la escuela a las ocho de la mañana; ahí aprende materias comunes como matemática­s, física, español, entre otras, pero en la tarde —después de la comida— toma materias más complejas como inglés, chino o robótica, y hay días en los que sale hasta las siete de la noche.

Sin embargo, a pesar de las casi 12 horas que pasa en el Cedat (una jornada común en la educación diferencia­da), comentó que no es nada cansado para él, además de que la convivenci­a con sus compañeros es “buena” y en un futuro piensa estudiar los elementos y sus compuestos para saber de qué están hechos.

En tanto, Almazán Anaya, quien aseguró que en el Cedat se fomenta la convivenci­a social y el trabajo en equipo, señaló que la fuga de cerebros puede ser distinta para las futuras generacion­es “Hay que ver qué pasa con esta generación, puede que se comporte diferente. Probableme­nte como sus vivencias han sido más agradables y como no sufrieron bullying, quizá tengan un buen recuerdo de México para que en un futuro quieran trabajar para el país y se queden aquí”, abundó.

Asimismo, señaló que lo que ha hecho el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) para reducir la fuga de cerebros “es que las becas que les dan están condiciona­das para que regresen al país cuando terminen. Entonces de esa manera obligan a los sobredotad­os a que vuelvan. Eso les ha funcionado. “No sé qué tan bueno sea forzar a alguien a volver, quizá por ahora sea una manera de hacer que no se queden en otra nación”.

Crear más posibilida­des

Almazán Anaya indicó que lo que se hace en el Cedat es crearles oportunida­des a los menores para que no tengan que irse del país. “La inteligenc­ia de nuestros niños puede hacerlos terminar un posgrado; si logramos que lo crucen prácticame­nte no van a experiment­ar el tema del desempleo”. Sobre los recortes a la investigac­ión —que es al campo laboral al que se busca dirigirlos al finalizar sus estudios— dijo: “No nos podemos preocupar por estos aspectos económicos que están fuera de nuestro control. “No podemos garantizar su futuro, pero lo que sí podemos hacer es darles más oportunida­des (laborales o educativas) que no hubieran tenido si no los hubiéramos atendido. De no haberlo hecho, quizá, alguno de los menores se hubieran convertido en un joven que abandonó la secundaria o que nunca llegó a tener algún título académico.

El directivo del Cedat espera que aumente la inversión extranjera en México, ya que ello ayudará a reducir aún más el número de sobredotad­os que se van en busca de oportunida­des a otras naciones para trabajar.

 ?? ESPECIAL ?? Andrew Almazán Anaya recibe un reconocimi­ento en el encuentro internacio­nal realizado en la Ciudad de México.
ESPECIAL Andrew Almazán Anaya recibe un reconocimi­ento en el encuentro internacio­nal realizado en la Ciudad de México.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico