Benz y BMW colocaron 1.5 millones de vehículos de lujo durante 2016
años en 2016, se proyecta que el mercado se va a enfriar.
McKinsey dice que se expandió a una tasa de crecimiento anual compuesta de 12 por ciento de 2010 a 2015. Proyecta que se va a desacelerar a entre 5 y 10 por ciento de 2016 a 2020.
El proyecto de Shenyang también se enfrentó a una serie de retos en el camino.
En 2013, el Ministerio de Medio Ambiente de China la investigó por el impacto que tiene el aumento de producción en la planta de Shenyang. Mantener la disposición de China requiere un esfuerzo considerable, dicen en privado los funcionarios de la compañía. “Todo lo que hace ahora BMW requiere de la total consideración del consumidor chino y del regulador”, dice Arndt Ellinghorst, director de investigación automotriz de Evercore ISI en Londres.
Pero claramente la tentación es aprovechar el reconocimiento de la marca de la compañía en el mercado grande de mayor crecimiento del mundo. “No muchas compañías tienen un capital de marca que sea capaz de crear una gran atracción entre el mayor consumidor emergente”, dice Ellinghorst. “O para decirlo de esta manera, BMW nunca podría pagar los altos salarios en Múnich si no fuera por los consumidores chinos”.
Los fabricantes de alta tecnología, como BMW, también se consideran una inspiración para los propios esfuerzos de China de hacer que su sector de manufactura sea más competitivo a escala mundial, una política conocida como Hecho en China 2025, con la que BMW se ha esforzado para relacionarla con la nueva planta en cada oportunidad que tiene. “Estamos realmente orgullosos de contribuir a Made in China 2025”, dice Peter. La iniciativa de Pekín se basa en el propio empuje de fabricación de alta tecnología de Alemania, que tiene como ejemplo las fábricas de BMW.
BMW también se esforzó para cortejar al gobierno local. Desde 2003, la compañía trabaja en la ciudad de Shenyang, en la provincia afectada económicamente de Liaoning.
Antes, la capital de acero y carbón de China, Liaoning, fue golpeada fuertemente por el exceso de oferta de metales en el mundo, y el año pasado se cerró una capacidad de producción de acero de 13 millones de toneladas.