Aliados aseguraban fecha para que se firmara la paz
Wilson telegrafió a su país que ya las posibles hostilidades entre aliados y germanos estaban limadas. Pero eso no era cierto y se iría viendo al tiempo
La delegación alemana anunciaba que iban a llegar el viernes mismo, aunque no se sabía del todo quienes iban a ir a firmar. En Weimar corría el rumor de que el ejército germánico amenazaba renunciar en masa si se firmaba. Se dijo además que por ninguna circunstancia debían entregar al ex káiser.
Era jueves y se anunciaba que para el domingo próximo llegaría la gran bailarina rusa Maslowa al Teatro Princesa. Ella venía a invitación de las colonias aliadas de Torreón, Gómez y Lerdo para festejar la inminente firma de la paz.
Maslowa era parte de los bailarines de la grandiosa Ana Pavlova; se había presentado en varios teatros de la capital y fue primera bailarina del Ballet Imperial de Moscú. Para acabar de aderezar tal gala, el Princesa se iba a decorar con los colores aliados.
Gómez Palacio anunciaba que los horarios laborales para empleados iban a cambiar. Porque en verano trabajaban menos horas, y algunos dueños dijeron que ellos atenderían sus negocios por sí mismos.
También en Gómez, se corrió el rumor de que el presunto Cristo del culto Pentecostés estaba en la cárcel. Resultó que el presunto redentor se metió a la Iglesia Bautista, que sí era legal, y puso verde a punta de majaderías al predicador.
Así que los fieles bautistas, que eran muy cristianos, pero tampoco aguantaban las loqueras del interfecto, lo sacaron a sopapos a la calle y luego pidieron ayuda a la policía, así que el dizque Jesús fue a dar al bote.
Había una costumbre que festejaban en los barrios de Torreón para el día de la Santa Cruz y el de San Juan, y era que los malandros se vestían de moros y cristianos y el campo de batalla era donde estaba la compuerta del Canal del Coyote, ahí donde tiraron el Torreón y también parte del canal. Un show que acababa con llegada de ambulancias. Aquello llevaba el nombre de La Morisma.