Lo que necesitamos es más teatro: Luis de Tavira
El dramaturgo explica con su peculiar estilo, que él en principio se entregó a las artes por obediencia, después por convicción
yo fui obediente y me entregué al teatro, en principio por obediencia y luego por convicción; cuando cambiaron de parecer yo no lo hice. El seguimiento que yo inicié se cumple en el teatro y no estoy dispuesto a cambiar.
-Es una vocación, es una misión, pero yo estoy convencido por experiencia propia, uno cree que elige al teatro y no, no, no es así. Es el teatro quien lo elige a uno y lo pone en el lugar en donde uno debe estar y entonces lo que uno tiene que hacer es ser obediente e inteligente para discernir lo que el teatro le está diciendo a uno.
-¿Qué decir de la oferta escénica en el país? Vemos el Teatro Isauro Martínez, el más antiguo de la región que no obstante es bien joven, pero ya existen en esta región espacios pequeños con 70 butacas donde se hace una propuesta íntima por jóvenes. -Es parte de lo que implica la riqueza y la pluralidad del teatro. Necesitamos como éste y teatros aún más grandes, así como los pequeños, teatros de cámara y teatros íntimos. Lo que necesitamos es más teatro. -¿Cuál es el balance de lo que se produce en México? -El teatro mexicano es pródigo. Yo digo que en México hacemos el peor teatro del mundo y hacemos también el mejor teatro del mundo; no hay un buen equilibrio entre las mejores y las peores formas, hay una diversidad muy grande. Somos un país súper productor, como pocos en el mundo ocupamos uno de los primeros lugares en la producción de obras, pero al mismo tiempo somos un teatro inmóvil, no estamos comunicados.