Si no hay alternancia, no te quejes
esde hace más de 88 años, en que se fundó el PRI (con otro nombre), los ciudadanos coahuilenses no habíamos tenido la oportunidad histórica que con nuestro voto seamos gobernados en el estado por otro partido diverso a ése; como ahora la tenemos precisamente este domingo 4 de junio en que todos los 2 millones sesenta y cinco mil electores, debemos acudir voluntariamente a votar libremente en las urnas para elegir gobernador, diputados locales y ayuntamientos municipales.
En estos cerca de 100 años no hemos experimentado un cambio de partido en el gobierno del estado, una nueva forma de administración pública, un no continuismo de los mismos funcionarios, una desaparición de los mismos intereses creados, un no “hoy por mí, mañana por ti”, un uso no faccioso de las instituciones como la Procuraduría General de Justicia del Estado, el Ministerio Público y el Poder Judicial de Coahuila, para dar impunidad al ex gobernador y a sus cómplices por la megadeuda, etc.
Estamos necesitados y urgidos de la alternancia porque Coahuila ya no aguanta otros seis años (ya llevamos 12), de que lo sigan gobernando los Moreira y compinches, con corrupción, impunidad, mentiras, perversidad, manipulación, y otras arbitrariedades y abusos de poder más, que tienen encorajinados a los coahuilenses de todas las edades, partidos, religiones, clases sociales, credos políticos, género, preferencias personales, actividades empresariales, etc., que hoy en las urnas van a desahogarse votando en contra del PRI.
Cuando hay abstencionismo el que agandalla las elecciones es el PRI, con sus “mapaches”, compradores de votos, acarreadores, y demás caterva de delincuentes electorales y sus más de mil mañas.
Por eso si hoy domingo 4 de junio los ciudadanos libres, dignos, orgullosos, con amor propio, que somos mucho más que los acarreados del PRI, nos volcamos todos en las urnas, a votar en favor del PAN –aunque no seamos de él-, mañana lunes no nos quejemos de que no hubo alternancia como ya la hubo en los estados colindantes Durango, Chihuahua, Nuevo León, Zacatecas y San Luis Potosí; por lo que ya nada más falta Coahuila, y que no debe ser la excepción. e todos las edades, partidos rbitrariedades y abusos de poder, que tienen encarginados a los coahuilenses que lo sigan gobernan.