El mayor atractivo de Norfolk Broads
EL GENTIL PLACER DE PASEAR EN BOTE EN NORFOLK BROADS HA CAMBIADO MUY POCO EN LAS ÚLTIMAS DÉCADAS, PERO AHORA SE ESTÁN HACIENDO ALGUNOS CAMBIOS PARA ATRAER A UNA NUEVA GENERACIÓN DE VISITANTES
Neil O’Sullivan l timón de un enorme yate último modelo, paso frente a la multitud que se encuentra fuera de los pubs en el hermoso pueblo de Horning en Norfolk y veo con cierto desdén los botes más pequeños y menos caros que encuentro a mi paso y experimento una sensación que imagino es muy parecida a la de Roman Abramovich cuando llega en su yate a Mónaco para pasar el fin de semana.
Los yates de lujo no se asocian con Norfolk Broads, que es una red de 200 kilómetros de vías navegables formada por ríos, lagos y canales resultado de excavaciones medievales de turba, y que se inundaron cuando aumentó el nivel del mar. Los vacacionistas vienen desde tiempos victorianos, cuando los turistas alquilaban wherries, que son unas barcazas largas y ligeras que se utilizaban para transportar carbón y madera; después utilizaban botes de vapor y después de diesel.
Según Broads Authority, en los 1970, cuando Broads era el destino preferido de los vacacionistas en verano, se contaba para su alquiler con 2,600 botes de motor, muchos bastante coloridos. Durante las siguientes décadas, sin embargo, la industria de navegación de Broads, al igual que la de otros destinos turísticos, sufrió un declive bastante doloroso cuando los los paquetes de viajes a Europa se hicieron más accesibles para los vacacionistas.
Ya para el año pasado, el número de botes para alquiler en Broads se redujo a 862. Aún así, pocos son tan lujosos como Sovereign Light, una de las naves de Herbert Woods. Nuestro bote, que tiene una cubierta superior con plataformas para tomar el sol y un área de comedor, dos suites, tres baños, televisiones satelitales, sistema de calefacción y una cocina con cubiertas de imitación granito.
Los barcos de lujo no son la única innovación del lugar. Hace algunos meses, los miembros de Broads Authority rebautizaron el lugar como Parque Nacional de Broads, para que fuera miembro de la familia de los 15 parques nacionales de Inglaterra, Gales y Escocia.
Broads tiene su propia fama, incluso es una institución británica. ¿Acaso no será muy complicado convencer a los que piensan que es un lugar lleno de agua que también es un parque gigantesco, como Dartmoor? Hanson explica que el cambio de perspectiva no es para la clientela de los botes, que suele regresar año con año. El Parque Nacional de Broads busca atraer a una nueva generación: “más joven, que le guste el ciclismo y las caminatas”.
Los motivos del Parque Nacional de Broads son evidentes. Sin embargo, resulta un poco desconcertante que se quiera cambiar el enfoque acuático del lugar, que sigue siendo lo que se vende. Al pasar un fi n de semana en bote, el paisaje y la sensación de moverse tan lentamente porque toma horas desplazarse unos cuantos kilómetro para llegar a lugares a los que no se puede llegar por otro medio, y todo ese aire fresco, un primerizo como yo siente una calma que no se puede encontrar en cualquier lugar.
Es muy probable que muchos visitantes ni siquiera se den cuenta del cambio de nombre. Desde 1988, por decreto parlamentario, tiene “estatus equivalente” a otros parque nacionales, y recibe fondos de la misma manera. Pero a causa del Principio Sanford (cuyo primordial interés es la conservación), Broads tenía que balancear las demandas de conservación con la necesidad de otorgar derechos de navegación a