Zongo le dio a Borondongo
Un acuerdo de tirios y troyanos dice que la operación del gobierno federal para retener el Estado de México ha sido impresionante, de aquí y de allá, de antes y después, de mañana y pasado: métanle con todo. Y aún así, apenas les alcanzó para ganar por 3
Repantigado en el mullido sillón del amplísimo estudio, Gil cantó:
Zongo le dio Borondongo, Borondongo le dio a Bernabé, Bernabé le pegó a Muchilanga le echó a Burundanga les hinchan los pies.
Así las casas, repasemos: Margarita le dio una coz a Ricardo Anaya; Ochoa Reza la tomó con Liópez, Liópez con el conteo rápido y la mafia del poder; Humberto Moreira insultó al hermano Rubén y al priismo que se roba las elecciones; Josefina fue muy dura con las elecciones de Estado; algunos empresarios le tundieron a la maestra Delfina; Delfina arrasó con la imagen de sí misma, y así en la poselección.
Un acuerdo de tirios y troyanos dice que la operación del gobierno federal para retener el Estado de México ha sido impresionante, de aquí y de allá, de antes y después, de mañana y pasado: métanle con todo. Y aún así, apenas les alcanzó para ganar por 3 puntos, poco menos. Un candidato malo con muchísimo dinero es capaz de ganar una elección importante.
Dicen los que saben, o dicen saber, que el presidente Peña dio la orden, todo con Del Mazo, tope donde ajuste. Y la maquinaría se movió: crac, pac, punch,
siuk, se puso en movimiento con los resultados de todos conocidos. Una trituradora de muchos miles de millones de pesos. ¿Esto quiere decir que el día de la elección ocurrió un fraude? No. ¿Esto quiere decir que muy probablemente el PRI rebasó los topes de campaña y quizá también Morena? Sí.
Azul intenso
Margarita Zavala emplazó al Chico Ma
ravilla a acelerar los tiempos del partido para definir a más tardar en un mes al candidato a la Presidencia. Exigió un método “limpio y justo” que garantice unidad entre los militantes (…) “El PAN es un instrumento de los ciudadanos, por eso estoy urgiendo a que definamos rápidamente las cosas, porque los tiempos de México no son los tiempos del PAN ni mucho menos de Ricardo Anaya”. Dicen los que saben y estuvieron en el lugar de los hechos que Anaya dijo: santos emplazamientos, Batman. ¿Qué haremos? ¿Aliarnos con el PRD, ir a solas a la elección del 2018, enfrentarnos al Guasón Salinas, derrotar al Pingüino Calderón, buscar al comandante Gordoncreel? No lo sé Robin, contestó Batman antes de perderse en las sombras de un callejón de Ciudad Gótica azul.
Zavala dijo que la demora puede causarle al PAN un nuevo descalabro electoral y, según colige Games, tiene razón, como dicen los que saben, de nuevo: no hay mañana. A estas alturas, retrasar los mecanismos para elegir un candidato podría ser ¡nuclear, Jacobo, nuclear! El estallido A Gil se le cuecen las habas por leer los ensayos del libro El estallido del popu
lismo (Planeta) coordinado por Álvaro Vargas Llosa, 16 escritores en refl exión sobre lo que Mario Vargas Llosa considera la enfermedad de la democracia. “El populismo lleva a cabo políticas que sacrifican el futuro en nombre de un presente efímero: el populismo no sólo arruina económicamente a los países, luego de un breve periodo en el que las políticas demagógicas seducen al grueso de una población con apariencia de bonanza; también desnaturalizan la democracia y las políticas genuinamente liberales”.
El libro incluye ensayos del propio Mario Vargas Llosa, Yoani Sánchez, Cayetano Álvarez, Enrique Krauze, Álvaro Vargas Llosa, Roberto Ampuero, Carlos Alberto Montaner y otros escritores que reflexionan sobre el populismo. ¿Quién dijo esto?: si ser populista quiere decir apoyar a los más desfavorecidos: que me apunten en la lista. Apuntémoslo en la lista. Ya estaba en la lista y se llama Liópez.
Gil oye las murmuraciones: ¡Vargas Llosa! Ese hombre de las derechas, ese ser imperdonable que ha criticado la dictadura cubana, la locura venezolana, a Maduro, a Ortega en Nicaragua, a Evo Morales en Bolivia, a los presidentes peruanos que tiraron a su país en un pozo, cómo se le ocurre criticar a estos gobiernos. Pues dirá la misa de esa izquierda impresentable, pero en el camino populista siempre espera una catástrofe disfrazada de bienestar.
El gran Voltaire en el amplísimo estudio: Es peligroso tener razón cuando el gobierno está equivocado.