Escuela de Teatro en la UAC
En estos momentos, el teatro en la Escuela de Arte Dramático, en Torreón. está en fase de despegue, de arranque. Si se trata de ser honesto yo abandonaría esta responsabilidad de coordinar una Escuela de Teatro sin añadir nada más.; pero no es tan sencillo desaprovechar la ocasión que me coloca ante un grupo nutrido de jóvenes deseosos de ser actores. Esto es lo que me retiene y los retiene.
La actividad de numerosos grupos experimentales a lo largo de la historia de nuestra región, el afán investigador de aquellos que iniciaron muy jóvenes como directores, la abundancia de espectadores formada por aquellos pioneros del teatro lagunero, colocó al teatro regional en un lugar importante durante la centuria pasada.
Ahora y aquí, montar una obra de teatro, se convierte en un hecho amoroso y heroico. Apenas se pueden conseguir recursos económicos para levantar el telón y sostener en cartelera una obra durante unos cuantos días. Pero a pesar de todo ello, y con toda sinceridad, pienso que, si existiera un buen público, existiría un buen teatro.
¿Cómo hacer para crear un buen público teatral y poder vencer tantas dificultades y problemas como a los que nos enfrentamos los que amamos el teatro hoy? El teatro en Torreón, a pesar de los estupendos escenarios, no cuenta, por lo general, con docentes certificados, solamente enseñan- tes empíricos “organizados” sobre un sistema que da clara noticia de su fragilidad e inestabilidad inconsistente.
El escenario no puede ser el basurero de las “ocurrencias” de nadie. Un día alguien se sube al proscenio y se convierte en actor, productor, escenógrafo, músico, bailarín, director o coreógrafo y, otro día más, ya es primera figura y estrellita de la escena local. Todo esto sin abandonar sus otros trabajos, convirtiéndose en la mujer u hombre orquesta. Y ya en el trance, lía los bártulos de su trabajo escénico, para representar una estampa surrealista que envidiarían el mismísimo Bretón o Buñuel.
Merece pues la pena enfrentarse a la tarea de organizar la Escuela de Teatro de la UAC en Torreón. De aquí puede partir todo.