Peligra estadía de May como premier británica
Los conservadores no lograron los 326 escaños para formar gobierno en solitario y los laboristas aumentan su presencia en el Parlamento
Los conservadores de Theresa May fueron la fuerza más votada en las elecciones británicas pero perdieron la mayoría absoluta que exigían para negociar el brexit.
May sufrió un fuerte revés por lo que su puesto al frente de los conservadores, y como primera ministra, estaría en peligro. Para empezar, se vería obligada a pactar para formar gobierno, o negociar acuerdos puntuales, cuando lo que pretendía al adelantar las elecciones era lograr un Parlamento dócil.
Contabilizados 622 de las 650 circunscripciones, los conservadores (llamados tories) lograban 298 legisladores (tenían 330), seguidos de los laboristas de Jeremy Corbyn, con 256 (contra los 229 actuales), el Partido Nacional Escocés 34 (contra 56) y el Partido Liberal Demócrata 12 (9).
Corbyn dijo que a la luz de los resultados, la primera ministra debería renunciar. May “perdió escaños conservadores, perdió votos, perdió respaldo y perdió confianza. Yo diría que es suficiente para marcharse”, sentenció el líder laborista tras resultar reelecto en su circunscripción de Islington North, centro de Londres.
May reviró que solo los tories son capaces de garantizar la estabilidad que necesita el Reino Unido en tiempos difíciles. “El país necesita un período de estabilidad y cualquiera sean los resultados, el Partido Conservador garantizará que podamos cumplir esa tarea de asegurar la estabilidad”, dijo May, que también fue reelecta, en el escaño de Maidenhead, cerca de Londres.
El resultado del sondeo vislumbra la posibilidad de tener un Parlamento “colgado”, sin que ninguna formación llegue a la cifra de los 326 escaños necesarios para gobernar en solitario.
“Un desastre para May”
Las portadas de los diarios de las ediciones de hoy reflejaban la sorpresa: “Colgando de un hilo” ( DailyMirror, con una foto de May), “Mayhem” (“caos”, TheSun, haciendo un juego de palabras con el apellido de la primera ministra), “Shock” para May ( The Guardian, y DailyTelegraph).
Sería “un desastre para Theresa May. Su liderazgo será cuestionado y recibirá presiones para dimitir”, comentó Ian Begg, experto en política de la London School of Economics. Adelantando las elecciones de 2020, “ha perdido su apuesta”, estimó Paula Surridge, de la Universidad de Bristol.
En contraste, el líder laborista Jeremy Corbyn, por el que nadie daba mucho, saldría muy reforzado mejorando los resultados de su predecesor Ed Miliband en 2015.
Otros grandes derrotados serían los independentistas escoceses, que pierden 22 parlamentarios y ven considerablemente debilitada su aspiración a un segundo referendo de independencia.
Las negociaciones para formar gobierno podrían retrasar el inicio de las conversaciones de divorcio con Bruselas, previsto el 19 de junio.
May planteó las elecciones como un plebiscito entre ella, “sólida y estable”, según su lema electoral, capacitada para plantar cara a la UE, y un Corbyn que hasta hace poco era cuestionado incluso por sus propios parlamentarios.
Unos 47 millones de británicos estaban llamados a elegir a los 650 legisladores de la Cámara de los Comunes.
May aventajaba a Corbyn en 20 puntos en los sondeos de principios de campaña, pero la distancia se fue diluyendo con el transcurrir de las semanas.
El líder laborista de 68 años resultó ser un adversario duro y correoso, y alejó los focos del brexit para centrarlos en asuntos como la sanidad y la desigualdad.
Los recortes presupuestarios en la policía tras seis años de austeridad conservadora, a la luz de tres atentados en tres meses, o la percepción de que los conservadores debilitarán el Estado del bienestar, dañaron la campaña de May.