Luis de Tavira: la democracia es fruto de la cultura y nace en el teatro
Para este dramaturgo el teatro permite mostrar entre otros temas de actualidad, la profunda crisis ecológica y social
ELilia Ovalle / l arte que comunica teje comunidad para arribar a la conciencia y a una responsabilidad común. En ese sentido para Luis de Tavira, la democracia es fruto de la cultura y nace en el teatro, siendo Esquilo quien imaginó por vez primera la posibilidad del consenso humano para decidir cómo traspasar el cerco de la venganza en la sangre que llama a la sangre. “Se trata de esta barbarie en la que estamos sumidos. Eso parte del asumir que uno forma parte de la crisis y de que uno tiene algo que hacer en esa crisis. De esta manera el espectáculo intenta ante todo divertir en el mejor sentido de la palabra, pero también el abrir dimensiones, producir el inmenso placer que supone el acto del conocimiento”, apuntó el director de teatro.
Para este dramaturgo el teatro “Un teatro capaz de mostrar lo que sucede en la realidad es un buen teatro”. permite mostrar entre otros temas de actualidad, la profunda crisis ecológica y social, como los retos que supone el asumir la catástrofe espiritual y natural producida por el hombre. De ahí que considere que el teatro es la afirmación de que las cosas pueden y deben cambiar. “Un teatro capaz de mostrar lo que sucede en la realidad es un buen teatro. Hay uno mejor, uno que además de mostrarnos la realidad sea capaz de evidenciar las causas de lo que sucede y las responsabilidades que explican el sufrimiento de la mayoría; pero hay todavía uno mejor. Aquel capaz de testimoniar la posibilidad del cambio.
“La democracia es una aspiración a la libertad y a la soberanía de la decisión que nos corresponsabiliza con los demás; diríamos, el acto democrático debiera ser ante todo un acto libre, y no simplemente la obediencia a la conducción social de la mercadotecnia. “La gente va a las urnas para supuestamente elegir, como va al supermercado a elegir entre un detergente u otro, y elegirá de acuerdo a la campaña publicitaria, quizá el color que más le guste, y no a asumir la responsabilidad que reside en la conciencia de lo que está haciendo y de hacerse responsable de lo que va a decidir”.
En entrevista para Milenio Laguna, este director y ensayista explicó que el teatro es el arte de la peripecia y la afirmación de que las cosas pueden cambiar para mejorar o viceversa. Ello depende de los seres humanos. “El testimonio del cambio nos recupera la esperanza”, afirmó sin titubeos el fundador de instituciones de enseñanza teatral como el Centro de Teatro Universitario de la UNAM, el Núcleo de Estudios Teatrales y la Casa del Teatro, A.C.
Ejemplo de ello, dijo, es la generación inmediata a la posguerra. El horror de la Segunda Guerra Mundial, la explosión atómica de 1945 y el desvanecimiento del Sueño Americano que desgarró el proyecto de la modernidad en la Guerra Fría, promovió un debate que despertó a la juventud.
Luis de Tavira dirige la obra El Corazón de la Materia que abrió temporada en la Ciudad de México y arrancó su gira nacional en Torreón.
Tras dos funciones llenas en el Teatro Isauro Martínez, el dramaturgo dijo que ante la crisis generalizada que vive México, nación rica y humana que sin embargo ha sido llevada a la barbarie a través de la violencia institucional, dijo que la crítica al capitalismo se vuelve una necesidad urgente.
Luis de Tavira concluyó que a los habitantes se les hace un llamado a imponer un límite y en ese sentido no es posible el no despertar la conciencia y tomar una postura más allá de las redes sociales, pensando en asumir el reto de la libertad.