Contra Roku
que a pesar de que todo quedó abierto y de que tuvo magníficos resultados, jamás vamos a ver la temporada dos.
Se canceló. ¡Adiós, 2091! ¡Me muero! ¡No lo puedo creer!
No solo es una falta de respeto similar a la que Netflix se aventó con el público de Sense8. Es el principio de un gran problema.
¿Por qué? Porque Fox no es un sistema de distribución de contenidos en línea. Aquí todavía importan los hábitos de los consumidores y una decepción así traerá nefastas consecuencias para el futuro inmediato de esa frecuencia.
2091 sedujo a un público muy joven. ¿Cómo esperan estos señores que esos muchachos los sigan viendo, que continúen creyendo en ellos, si los dejan a la mitad con algo que le fascinaba?
No y ni hablemos de los anunciantes o de toda la gente involucrada a nivel creatividad, producción y reparto, porque entonces sí nos suicidamos.
Si no hay manera de filmar la temporada dos por costos, por agendas o por lo que usted quiera, guste y mande, háganle como las cabezas de HBO.
¿Cómo? Cierren la historia con dos capítulos largos o con una película especial para televisión, pero no sean groseros ni con la gente ni con los clientes.
No es televisión abierta. Es Fox, una empresa líder, y 2091, uno de sus títulos más afortunados.
Ojalá que todo esto solo sea un chisme, porque me daría mucha pena que en los próximos años esta emisión se la pase ganando premios y haciendo negocios por todos lados, pero sin la posibilidad de tener un desenlace en el canal que la vio nacer. ¿O usted qué opina?