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a larga, sinuosa, lenta y muchas veces trágica lucha por instaurar la democracia en nuestro país no ha concluido aún. Derrotamos al presidencialismo pero caímos presos de la partidocracia. El sistema político monopólico y antidemocrático del capitalismo mexicano es el factor esencial que ha mantenido en la opresión y el atraso a nuestra sociedad. Ayer, con el monopolio de la presidencia autocrática. Hoy, con el monopolio de los partidos políticos. Siempre mediante la corrupción y la depredación de los recursos sociales desde el gobierno.
El sistema político monopólico hoy es controlado y usufructuado por cuatro partidos y sus apéndices:
El PRI es un viejo aparato corporativo que aplicó una política represiva muchas veces criminal y condujo al desastre económico, social y cultural al país. Sus integrantes son beneficiarios de la depredación social más larga en el mundo; forjó a los grandes grupos de poder político y económico concentradores de la riqueza, y generó un país de miseria escandalosa. Nadie que haya gobernado desde el PRI tiene autoridad para hablar a nombre de la democracia, la libertad o la igualdad.